El partido gobernante de Georgia anunció el jueves la retirada del proyecto de ley sobre "agentes extranjeros" tras dos noches de violentas protestas contra lo que, según los opositores, es un giro autoritario de inspiración rusa que ponía en peligro las esperanzas del país de ingresar en la Unión Europea.
El partido gobernante Sueño Georgiano afirmó en un comunicado que "retiraremos de manera incondicional el proyecto de ley que apoyamos, sin ninguna reserva". Asimismo, se refirió a la necesidad de reducir la "confrontación" en la sociedad, al tiempo que denunció las "mentiras" de la "oposición radical" sobre el plan.
Sin embargo, los líderes de la oposición afirmaron que las protestas se reanudarán a las 19.00 hora local (1500 GMT). Giga Lemonjava, representante del partido Droa, declaró que exigen que el gobierno denuncie formalmente el proyecto de ley y libere a todos los detenidos durante las protestas.
El país del Mar Negro, de 3,7 millones de habitantes, ha vivido frecuentes convulsiones políticas desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991, incluida una pacífica "Revolución de las Rosas" en 2003 y una calamitosa guerra contra Rusia cinco años después.
El proyecto de ley habría exigido que las organizaciones georgianas que recibieran más del 20% de su financiación del extranjero se registraran como "agentes extranjeros" o se enfrentarían a multas.
Funcionarios gubernamentales afirmaron que las propuestas eran necesarias para erradicar la "influencia extranjera" y los "espías" de la escena política de Georgia, argumentando que los georgianos tienen derecho a saber quién financia a las organizaciones no gubernamentales que trabajan allí.
La oposición dijo que se trataba de una versión local de una ley rusa que el presidente Vladimir Putin ha utilizado para aplastar la disidencia durante más de una década.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú está "preocupado" por los acontecimientos en Tiflis, y afirmó que el proyecto de ley georgiano no tenía ninguna relación con las leyes rusas.
"El Kremlin no inspiró nada allí, el Kremlin no tiene absolutamente nada que ver con eso (...) Si lo he entendido bien, una versión era muy similar a una ley equivalente en Estados Unidos", señaló.