En la primera jornada del XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), inaugurado el viernes en el Palacio de las Convenciones de La Habana, el ministro de la Agricultura de Cuba, Gustavo Rodríguez, debió abordar 22 problemáticas a fin de dar respuesta a las principales insatisfacciones planteadas por los productores agrícolas en el período preparatorio de la reunión
El evento, que cuenta con la participación de 700 delegados, pretende exponer las experiencias en la producción y analizar las principales dificultades que confrontan los agricultores privados y cooperativistas del país.
Acerca de uno de los problemas más antiguos y recurrentes que lastran al sector Rodríguez anticipó que el Ministerio de Finanzas y Precios aprobó un crédito de mil 080 millones de pesos moneda nacional para saldar deudas atrasadas en el pago a productores y formas productivas.
También se informó que desde el próximo primero de junio entrarán en vigor nuevos precios para la compra de los insumos y el acopio de productos agropecuarios, lo cual debería posibilitar que se incrementen los niveles productivos.
La obligación de las cooperativas y campesinos particulares de vender al Estado el 80% de sus cosechas a precios ridículos, no ha incentivado la producción, como tampoco los altos precios de algunos insumos.
El Ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, dijo que la nueva medida busca estimular la producción de alimentos, y de paso evitar la elevación de los importes en la red nacional de ventas minoristas. La población se queja constantemente de los altos precios de los productos del agro, y no sólo aquellos que, como la muy demandada papa, han sufrido recientes caídas en la producción (50%), sino incluso aquellos en los que el gobierno ha reportado crecimientos.
Murillo subrayó la importancia de generar crecimientos en el sector, considerado vital por el gobierno, y que los mismos se reflejen en el Producto Interno Bruto.
Cuba debe importar entre el 60 y el 70 por ciento de la canasta básica de alimentos, mientras que la mayor parte de la producción doméstica corre por cuenta de los pequeños agricultores privados y las cooperativas, que cuentan con apenas un 18,3% de la superficie agrícola cultivable, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
El Estado les indica por otra parte qué deben cultivar. El titular del ramo Rodríguez manifestó que en esta ocasión se favorecen las producciones de arroz, papa, tomate, huevo fresco de gallina, carne de res en pie, cerdo en pie, café, cacao y leche, manteniéndose el actual precio del frijol.
Aseguró que para compensar las dificultades en la transportación de las mercancías en las zonas montañosas del país se trabajó en la rehabilitación del parque automotor, aunque admitió que queda aún un grupo pendiente por solucionar.
Otras preocupaciones emanadas de los encuentros con los cooperativistas se relacionan con los centros de suministros agropecuarios dedicados a la actividad cafetalera, la asignación de combustible para la comercialización, que hasta ahora tienen que pagar en pesos convertibles, los trámites agrarios y el asesoramiento jurídico.
En la actualidad, la ANAP —fundada el 17 de mayo de 1961— agrupa a más de 380 000 campesinos.
Para tratar de resolver el problema alimentario del país y la creciente y gravosa importación de alimentos, que representa actualmente la erogación anual de cerca de 2.000 millones de dólares, el gobierno de Raúl Castro estimuló por otra parte desde 2008 la distribución en usufructo de tierras ociosas.
Los analistas han identificado entre los factores que no han permitido un despegue de esa reforma la ausencia de un mercado mayorista que provea suficientes insumos a precios asequibles; la poca experiencia y capacitación de los usufructuarios; obligatorios y desalentadores contratos ofrecidos por la estatal Acopio para sus cosechas; y falta de autonomía para determinar el tipo y cantidad de sus producciones.
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