Un pulguero en el museo del Che

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La noticia en el diario "Clarín".

Aunque se le conoce como el primer museo suramericano en homenaje y memoria a Ernesto "Che" Guevara, a primera vista, y a segunda, es un mercado de pulgas.

El Primer Museo Suramericano en homenaje y memoria a Ernesto "Che" Guevara, "es un mercado de pulgas con fotografías, numismática, filatelia, esculturas varias, revistas, discos, todo mezclado con memorabilia del Comandante", según destaca el periodista Hernán Firpo en el diario Clarín.

Ubicado en Rojas 129, Primera Junta, en Buenos Aires, quizá puede resultar un poco decepcionante para quien alguna vez haya hecho un Wikipedia del personaje pero no así para aquellos fans que convirtieron al Che en remera", precisa Firpo.

Aunque se le conoce como el Primer Museo Sudamericano en homenaje y memoria a Ernesto "Che" Guevara, "a primera vista, y a segunda también es un mercado de pulgas", advierte.

El lugar "está oculto tras una plaga de organismos antiguos que no dejan espacio para casi nada. Huellas del pasado indican la entrada con estatuitas bronceadas que se ven aquí por todas partes y está a cargo de Eladio 'Toto' González. Le llaman Museo Eladio porque según él mismo dijo 'los museos modernos son así'".

Para recorrerlo el periodista advirtió que fue conveniente no identificarse ni decir el medio para el que trabaja. De incógnito y con los servicios de un guía que pidió, encontró cacharros, muñecos, revistas, vinilos, repuestos de cualquier cosa y casi en la puerta una estatua del Che tamaño hiperrealista.

También fotos valiosas, como una donde se ve a Alberto Granado, el amigo de los diarios de viaje, junto al Che y un par de charreteras cosidas a mano de una de las columnas revolucionarias.

Un cartel manuscrito anuncia que se venden copias del intercambio epistolar entre Ernesto Sábato y el Che. El cartel dice "Imperdible" y en la caja lo venden a cinco pesos.

Destaca el artículo que casi todas las personas que entran al local un miércoles cualquiera pasan directamente al fondo y que la persona que les dio el tour le dijo que hay una fotocopiadora y que ese es un negocio familiar con anticuario y otras cosas.

El autor asegura que en el museo "todo se vende menos la memorabilia alusiva al Che".