"He visto alargar carrocerías, aumentar asientos en autos Chevrolet, camionetas Willy o camiones Ford, todo con el propósito de ganar pasajeros; y por supuesto dinero".
Carros fúnebres convertidos en taxis en los que viajan hasta 20 pasajeros, autos clásicos con motores de Hyundai, carrocerías "estiradas" hasta lograr verdaderas limosinas, están entre las soluciones que enumera en su blog lamatricula.com el periodista independiente Odelín Torna.
"Los carros que prestaron servicios funerarios décadas atras, ahora rediseñados sirven para transportar pasajeros", explica Torna.
Para poder echar a rodar por las calles de La Habana carros fabricados en la década del cincuenta, se ha recurrido a adaptarle a autos “marcas Ford, Chevrolet y Willy los motores Hyundai, Peugeot o Toyota".
"He visto alargar carrocerías (chasis) y aumentar los asientos en autos Chevrolet, camionetas Willy o camiones Ford de los años cincuenta, todo con el propósito de ganar pasajeros; y por supuesto dinero. Incluso, los propietarios de autos más solventes, me refiero aquellos con licencia operativa para trasladar pasajeros, consiguen adaptar en sus coches climatizadores y modernos reproductores de música, digamos que de los fabricantes Hyundai, Peugeot o Toyota," explica el bloguero.
Las adaptaciones han resuelto por mucho tiempo pero a esas piezas de motores les llega el final también, dice Odelín y ‘en las calles se rumora que el Estado cubano cambiará los viejos coches norteamericanos por autos chinos de cuatro plazas, marca Yari".
Según explica Torna ante estos rumores algunas personas han dicho estar de acuerdo pero otras expresan públicamente su desconfianza “porque temen que con los autos se repita lo ocurrido con la entrega de ollas arroceras, fogones eléctricos, refrigeradores y lavadoras que fue obligatorio cogerlas y después se rompieron y no hay piezas de repuesto, dice.
"Los carros que prestaron servicios funerarios décadas atras, ahora rediseñados sirven para transportar pasajeros", explica Torna.
Para poder echar a rodar por las calles de La Habana carros fabricados en la década del cincuenta, se ha recurrido a adaptarle a autos “marcas Ford, Chevrolet y Willy los motores Hyundai, Peugeot o Toyota".
"He visto alargar carrocerías (chasis) y aumentar los asientos en autos Chevrolet, camionetas Willy o camiones Ford de los años cincuenta, todo con el propósito de ganar pasajeros; y por supuesto dinero. Incluso, los propietarios de autos más solventes, me refiero aquellos con licencia operativa para trasladar pasajeros, consiguen adaptar en sus coches climatizadores y modernos reproductores de música, digamos que de los fabricantes Hyundai, Peugeot o Toyota," explica el bloguero.
Las adaptaciones han resuelto por mucho tiempo pero a esas piezas de motores les llega el final también, dice Odelín y ‘en las calles se rumora que el Estado cubano cambiará los viejos coches norteamericanos por autos chinos de cuatro plazas, marca Yari".
Según explica Torna ante estos rumores algunas personas han dicho estar de acuerdo pero otras expresan públicamente su desconfianza “porque temen que con los autos se repita lo ocurrido con la entrega de ollas arroceras, fogones eléctricos, refrigeradores y lavadoras que fue obligatorio cogerlas y después se rompieron y no hay piezas de repuesto, dice.
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