Portal oficialista anunció el tributo, en el próximo Festival Jazz Plaza. El laureado músico, padre del también exitoso pianista Chucho Valdés, fue censurado en vida en su país.
El portal oficialista Cubasí anunció que la próxima edición del Festival Internacional Jazz Plaza de La Habana que se inicia el 19 de diciembre dedicará un homenaje a los pianistas cubanos Bebo (1918-2013) y Jesús "Chucho" Valdés, de quienes dice: “padre e hijo unidos por un profundo amor a la música”.
La noticia marcaría otro episodio de lo que se ha dado en llamar “necrofilia cultural”, la restauración pública post mortem de una gloria de Cuba que en vida discrepó del régimen. Lo mismol ha sucedido antes con escritores como José Lezama Lima, Virgilio Piñera y Gastón Baquero.
La nota dice que "Chucho" Valdés “heredó su pasión por el jazz de su padre Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro, conocido como Bebo y considerado una de las figuras centrales del escenario musical de esta isla en el siglo XX”.
Bebo, en cuya persona se basa el largometraje animado “Chico y Rita”, abandonó Cuba con destino a México en 1960 por discrepancias con el régimen castrista. Luego trabajó con cantantes como el cubano Miguelito Valdés y el chileno Lucho Gatica, así como con los Lecuona Cuban Boys.
En 1963 se estableció en Suecia y permaneció décadas en relativo anonimato, hasta que su carrera tomó un segundo aire a los 76 años, a partir de la grabación en 1994 del disco “Bebo Rides Again”, por iniciativa del músico exiliado Paquito D’Rivera.
En 2002 fue nominado, junto con Israel López (Cachao) y Patato Valdés, al Premio Grammy Latino por "El arte del sabor", en la categoría de mejor álbum tropical tradicional.
También en 2002, Fernando Trueba produjo “Lágrimas Negras", un mano a mano entre el cantaor flamenco Diego el Cigala y Bebo Valdés al piano. Tras su publicación en 2003 se convirtió en un éxito internacional reconocido con un Grammy y muchos otros premios. El diario The New York Times lo elogió como Mejor disco del año en el apartado de música latina, y abrió las puertas a una gira de los dos intérpretes que incluiría, París, Nueva York, Londres, Buenos Aires, Tokio, México DF, Madrid y Barcelona. A finales de 2004 el disco había vendido más de 700.000 ejemplares en todo el mundo.
Sin embargo, Bebo fue siempre censurado en Cuba a pesar de ser el padre de Chucho, fundador del famoso grupo Irakere y un multilaureado músico que mantiene una posición afín al oficialismo.
El colmo de ese ostracismo fue que en 2009, cuando padre e hijo ganaron un Grammy por el disco a cuatro manos “Juntos para siempre”, la prensa oficial omitió en la información el nombre de Bebo.
En diferentes entrevistas Chucho ha estado señalando desde entonces que Cuba le debía un tributo a su padre.
La noticia marcaría otro episodio de lo que se ha dado en llamar “necrofilia cultural”, la restauración pública post mortem de una gloria de Cuba que en vida discrepó del régimen. Lo mismol ha sucedido antes con escritores como José Lezama Lima, Virgilio Piñera y Gastón Baquero.
La nota dice que "Chucho" Valdés “heredó su pasión por el jazz de su padre Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro, conocido como Bebo y considerado una de las figuras centrales del escenario musical de esta isla en el siglo XX”.
Bebo, en cuya persona se basa el largometraje animado “Chico y Rita”, abandonó Cuba con destino a México en 1960 por discrepancias con el régimen castrista. Luego trabajó con cantantes como el cubano Miguelito Valdés y el chileno Lucho Gatica, así como con los Lecuona Cuban Boys.
En 1963 se estableció en Suecia y permaneció décadas en relativo anonimato, hasta que su carrera tomó un segundo aire a los 76 años, a partir de la grabación en 1994 del disco “Bebo Rides Again”, por iniciativa del músico exiliado Paquito D’Rivera.
En 2002 fue nominado, junto con Israel López (Cachao) y Patato Valdés, al Premio Grammy Latino por "El arte del sabor", en la categoría de mejor álbum tropical tradicional.
Sin embargo, Bebo fue siempre censurado en Cuba a pesar de ser el padre de Chucho, fundador del famoso grupo Irakere y un multilaureado músico que mantiene una posición afín al oficialismo.
El colmo de ese ostracismo fue que en 2009, cuando padre e hijo ganaron un Grammy por el disco a cuatro manos “Juntos para siempre”, la prensa oficial omitió en la información el nombre de Bebo.
En diferentes entrevistas Chucho ha estado señalando desde entonces que Cuba le debía un tributo a su padre.