Campesinos consultados por Radio Martí dijeron el jueves que el Estado cubano “desestimula” la producción de alimentos debido al excesivo control que ejerce sobre sus producciones, incluyendo el tope de precios de sus cosechas.
A varios años de la implementación de las tímidas reformas dirigidas al mercado en el sector agrícola, la escasez de alimentos sigue golpeando la mesa de los cubanos.
Reuters informó en enero sobre un eventual retroceso en la reforma agrícola, en parte para frenar la subida de los precios de los alimentos. Otro reporte de Reuters fechado en La Habana en el mes de abril indicó que los campesinos "agonizan" a la espera de prometidas reformas.
Campesinos opinaron el jueves sobre lo que ocurre en el campo cubano.
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“En primera, es una traba horrible que tienen los campesinos y los productores aquí en Cuba. Lo que produce el campesino obligatoriamente tiene que vendérselo al Estado a los precios que dicta el Estado”, dijo el productor pinareño Rolando Pupo.
Según explicó, es incomprensible que el campesino tenga que vender a escondidas el queso que hizo con la leche de sus propias vacas.
“Los campesinos no tienen la capacidad de desarrollarse. Cuando venden sus producciones, la leche y la carne de esta vaca, simplemente no tienen un margen de ganancias”, expresó.
Alcibíades Silva, campesino de Mayarí, tiene la misma demanda.
“Considero que el campesino debe tener la libertad, porque es parte de su derecho, de poder vender sus productos donde quiera y a quien quiera”, dijo. “El único comprador actual, legal que tiene el campesino es el Estado”.
A la vez agregó que por esa razón, los campesinos han buscado vías alternativas como el conocido mercado negro.
Vladimir Ríos, de Santi Spíritus, estima que el campesino debería ser “dueño” de lo que produce.
“El Estado quiere centralizar todas las producciones de todos los campesinos para tener el dominio (…) no es viable y eso lo que hace es desestimular la producción”, expresó.
(Redactado por Rosa T. Valdés, con reporte de Adriel Reyes)