Un editorial de la prensa canadiense refleja el rechazo de este país a oir recomendaciones de derechos humanos de países que los violan como Cuba, Rusia, Irán y Bielorrusia.
Bajo el título de Casa de Vidrio, el diario canadiense Winnipeg Free Press, publica un editorial donde se afirma que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU instó a Canadá a hacer una revisión nacional de la violencia contra las mujeres aborígenes, algo que las autoridades de este país realizan y no consideran ofensivo el pedido.
Sin embargo, dice el editorial, cuatro de los países que más criticaron a Canadá no tienen precisamente un historial pulcro en temas de derechos humanos: Cuba, Irán, Bielorrusia y Rusia.
El diario asegura que estos países “no son aptos” para criticar a Canadá y critica que la ONU les proporcione una plataforma para atacar a los demás. “Hay un principio en la ley que establece que el acusado no debería tener que enfrentar un juicio por una acusación si el acusador es culpable de lo mismo” recuerda el editorial y expone los casos de Irán, Cuba y otras naciones que violan los derechos humanos y que deberían arreglar sus propios problemas antes de señalar con el dedo a los otros.
Asegura Winnipeg Free Press que no es la primera vez que un organismo de la ONU socava su credibilidad al proporcionar una plataforma para que los tiranos den “conferencia a las democracias”. Y pone el ejemplo de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas del 2001 contra el racismo, donde los países musulmanes y africanos se dedicaron a atacar a Israel.
"La cuestión aquí no es si Canadá debería celebrar una encuesta nacional sobre la violencia contra las mujeres aborígenes, que el país se ha debatido, pero ¿por qué países con un historial de derechos humanos débiles se les concede un podio para calumniar y tergiversar las democracias”, concluye el editorial.
Sin embargo, dice el editorial, cuatro de los países que más criticaron a Canadá no tienen precisamente un historial pulcro en temas de derechos humanos: Cuba, Irán, Bielorrusia y Rusia.
El diario asegura que estos países “no son aptos” para criticar a Canadá y critica que la ONU les proporcione una plataforma para atacar a los demás. “Hay un principio en la ley que establece que el acusado no debería tener que enfrentar un juicio por una acusación si el acusador es culpable de lo mismo” recuerda el editorial y expone los casos de Irán, Cuba y otras naciones que violan los derechos humanos y que deberían arreglar sus propios problemas antes de señalar con el dedo a los otros.
Asegura Winnipeg Free Press que no es la primera vez que un organismo de la ONU socava su credibilidad al proporcionar una plataforma para que los tiranos den “conferencia a las democracias”. Y pone el ejemplo de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas del 2001 contra el racismo, donde los países musulmanes y africanos se dedicaron a atacar a Israel.
"La cuestión aquí no es si Canadá debería celebrar una encuesta nacional sobre la violencia contra las mujeres aborígenes, que el país se ha debatido, pero ¿por qué países con un historial de derechos humanos débiles se les concede un podio para calumniar y tergiversar las democracias”, concluye el editorial.