Agobiada por caídas de níquel y petróleo, Sherritt confía en deshielo EEUU-Cuba

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La planta de níquel de Moa, gestionada por Sherritt.

La minera canadiense, cuyas acciones se han devaluado el 55% en un año, espera que la distensión entre Washington y La Habana le abra puertas y le ayude a curar el estigma de 20 años invirtiendo con los Castro.

La minera canadiense Sherritt International Corp. está recibiendo una paliza del desplome de los precios del níquel y el petróleo, pero su ejecutivo principal, David Pathe, ve un resquicio de esperanza en el deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, reporta el diario Toronto Star.

Las acciones de Sherritt en las bolsas se devaluaron el 55% en el último año. La empresa ha sido duramente golpeada por un exceso en la oferta de níquel y la modesta demanda de China, el mayor consumidor mundial, que han resultado en el precio más bajo del metal en los últimos seis años. Entretanto, la cotización de su otro caballo de batalla, el petróleo, se hundió el 50%.

David Pathe, ejecutivo principal de Sherritt International.

Ya el pasado otoño boreal Sherritt tuvo que poner en venta su sede en Toronto y despedir a 60 empleados, mientras que Pathe debió conjurar una revuelta de los accionistas contra él y otros miembros del directorio en su reunión anual de 2014.

Al presentar el miércoles los débiles resultados de la compañía en el segundo trimestre de 2015 (perdió 25 centavos de dólar canadiense por acción de abril a junio, comparados con 19 centavos por acción el año anterior) Pathe reveló que visitó las operaciones de la firma en Cuba la semana pasada, coincidiendo con la reapertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana.

"Hay un enorme optimismo en Cuba en estos momentos, y mucho más interés internacional en la isla", dijo el ejecutivo en su entrevista con el Star. "Nosotros hemos estado en Cuba desde hace 20 años y es un lugar muy estable para hacer negocios", dijo.

El matutino de Toronto recuerda que Sherritt produce alrededor de dos tercios del petróleo que se extrae en Cuba y posee una participación del 49% en la empresa mixta que gestiona en Moa, Holguín, junto con el Gobierno cubano, una operación de extracción, procesamiento y refinación de níquel y cobalto.

En esta foto del 2007, Ian Delaney, expresidente de Sherritt International Corp., junto a Raúl Castro.

Pathe heredó el cargo en 2012 de Ian Delaney, a quien los medios llamaban "el capitalista favorito de (Raúl) Castro".

Sin embargo, el mayor de todos los inversores extranjeros en la isla de gobierno comunista ha tenido que bregar, se lamenta su actual ejecutivo principal, con "connotaciones negativas" de lo que él llama "el paralizante embargo" económico de Estados Unidos.

Aunque las cosas se están abriendo en el lado diplomático, Pathe se queja de que los avances siguen siendo lentos en lo referente a la Ley Helms-Burton, la ley estadounidense de 1996 que condensó todas las disposiciones del embargo y que desde hace 19 años ha prohibido a los directores y ejecutivos de Sherritt hacer negocios con Estados Unidos y viajar al país fronterizo.

Su derogación "sería para nosotros un gran beneficio", dijo a analistas en una conferencia telefónica. "Creo que cambiaría la forma en que son percibidos nuestros activos y eliminaría en parte el estigma" de invertir en un país sancionado por Estados Unidos, al tiempo que "tiene el potencial de crear nuevas oportunidades para nosotros".

Habló de los costos más bajos de acceso a los proveedores estadounidenses y de poder usar en las minas cubanas equipos Caterpillar de fabricación estadounidense, así como obtener acceso a la costa del golfo de Estados Unidos para sus negocios petroleros.

Pathe observó que más de la mitad de la industria minera del níquel se encuentra actualmente "bajo el agua" en lo referente al irrentable costo directo de producción, una situación que, dijo, "no puede sostenerse por mucho más tiempo".