Sobrevivir como exrecluso en Cuba, tan duro como la prisión

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Cárceles en Cuba

Muchos reclusos cumplen sus sanciones y en poco tiempo vuelven a ser detenidos y sancionados. Algunos alegan que bajos salarios y mala política de seguimiento impiden la rehabilitación social.

La vida una vez cumplida una sanción carcelaria en Cuba es complicada, y muchos regresan a prisión a los pocos días de ser liberados por delitos comunes, según varios testimonios ofrecidos al periodista Adriel Reyes, de Radio Martí.

En Cuba ha existido por años una economía subterránea, que incluye un mercado negro vital para la mayoría que no puede comprar en divisas artículos y alimentos de primera necesidad.

Ignorar este tipo de compras “por la izquierda” es poco menos que una quimera si tienes hijos y familia que cuidar, pero incurrir en ellas, o en la compraventa, es un delito que afecta a algunos ciudadanos más que a otros.

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Reportaje del periodista Adriel Reyes, de Radio Martí.

Algunos alegan que bajos salarios y mala política de seguimiento impiden la rehabilitación social.

“Un ex recluso en Cuba queda marcado para toda la vida. Eso lo han reconocido las mismas autoridades”, explicó el jurista tunero, Alberto Méndez. Y es que vivir en libertad en una realidad hostil puede ser tan duro como la prisión.

“En Cuba es prácticamente imposible vivir sin delinquir y sencillamente un obrero no puede sobrevivir con el salario que percibe, y entonces al no poder sobrevivir del salario que percibe, pues tiene que tomar otro sendero que aquí, eufemísticamente, le llaman desvíos de recursos”, agregó.

Fuera del alcance de los CDR y la FMC

Por eso para Iván González, quien está cumpliendo seis meses de libertad condicional, el asunto pasa por intentar evadir a todas las organizaciones políticas barriales y a la policía para salir airoso en este período.

“Tienes que comprar cosas en el mercado negro y lamentablemente tienes que restringirte (…) Buscar terceras personas que te compren eso y al final te la hagan llegar de casa en casa”, contó.

“No puedes comprar cosas en la calle porque te están vigilando el jefe de sector, el CDR, la Federación de Mujeres, la Asociación de Combatientes, es muy difícil para una persona que esta sancionada, comentó.

Aunque el trabajo por cuenta propia ha crecido en los últimos años, la economía cubana continúa mayormente controlada por el Estado.

En la isla apenas existe un mercado mayorista que haga frente a las necesidades de insumos y materias primas de los nuevos emprendedores.

Comprar recursos que controla el Estado ha sido una práctica muy perseguida en ciertos períodos.

Todo aquí en este país es ilegal, para nadie es un secreto que aquí con un salario nadie vive”, dijo a Radio Martí Ariel Arzuaga, de la provincia Granma.

“Yo que estuve preso, el 99 por ciento de la población penal que sale para la calle después regresan. Muchos no demoran ni un mes, a los 15 días, al mes, a los tres meses regresan para las prisiones otra vez. No es como en otros países que llevan un proceso, ya tienen un trabajo y de ese trabajo viven, en Cuba no”, dijo.