El ilustrador mexicano Joan X. Vázquez presentó la pasada semana la tercera entrega de la historieta “Unas vidas cubanas”, que produce para Amnistía Internacional, a partir de historias reales que enfrentan los isleños en la Cuba de hoy.
En el tercer comic de la serie, titulado "Carlos", Vázquez cuenta la historia de un joven cubano reclutado desde muy joven por los servicios de la Seguridad del Estado para vigilar a sus compañeros de estudio y reportar sobre sus ideas y actividades.
Carlos se convierte en el informante secreto de las fuerzas represivas. "Solo su familia sabía de su actividad", destaca el cómic.
Vázquez revela con el personaje la sórdida realidad detrás de la vida de un agente de la Seguridad del Estado, y todo el daño que sus acciones pueden causar a un ciudadano común, señalado por sus ideas políticas, credo o hasta por su sexualidad.
"Carlos tenía un poder inmenso sobre la vida de otros. Reportaba a los compañeros considerados sospechosos, peligrosos, antisociales o poco confiables", refiere la historia.
El joven termina sintiéndose culpable cuando se entera de que muchos de sus amigos fueron enviados a prisión a causa de la información que filtró a las autoridades, y decide integrarse a un grupo de la oposición.
Pero Carlos sabía que todos los grupos estaban "infiltrados por la Seguridad del Estado", y teme por su vida, por lo que decide fugarse de la isla.
En la primera y segunda parte de “Unas vidas cubanas”, el ilustrador cuenta la historia de "Nadia" y "Graciela", dos jóvenes cuya irreverencia y pensamiento crítico es castigado por el régimen con el aislamiento, y el bloqueo de cualquier oportunidad de crecimiento personal, que ha obligado a miles de cubanos a emigrar.
(Con información de Amnistía Internacional y archivo Martí Noticias)