USA Today: Comunidad gay cubana sale del closet

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Natalie Obregón, de 25 años, se prostituye asiduamente en el Malecón habanero como única opción para ganarse la vida. (Foto: USA Today)

"Las mujeres transexuales se prostituyen como único trabajo en este país ... a causa de la homofobia", dijo Natalie Obregón, de 25 años, una prostituta que labora en la explanada del Malecón.

Mientras el verano arrecia en esta isla comunista, travestis altos de empinadas nalgas en vestidos cortos y brillantes sobre altos tacones se alinean en la discoteca El Mejunje, un antiguo hotel en el centro de Cuba, que los sábados se convierte en un santuario para lesbianas, gays, bisexuales y trans, según un reportaje de USA Today.

El diario estadounidense señala que esto ocurre lejos de La Habana, en la tradicional Santa Clara, más conocida por su monumento al guerrillero argentino Ernesto Guevara, que tomó esta ciudad en 1958.

Pero la paradoja sería que ésta es también la ciudad donde Cuba cuenta con su único espectáculo oficial de desfile de belleza, conocido como Miss Travesti, que se celebra cada mes de marzo.

Yuri Herrera, de 24 años, un peluquero gay en Santa Clara, peina las pestañas con el dedo antes de entrar en el club y dice que "a pesar de que Cuba es una sociedad machista, la gente no me molesta porque la mayoría de ellos al final nos aceptan", dijo.

La minoría LGBTI en la isla del Caribe ha aumentado su visibilidad mediante la participación en eventos internacionales, como el del Orgullo Gay y el Día Internacional contra la Homofobia, según USA Today.

En la década de 1960, el régimen de Cuba envió a los homosexuales a campos de trabajo forzados de "reeducación", y tan cercano como en los 90, fueron puestos en cuarentena en el reclusorio de Los Cocos los homosexuales enfermos de Sida, o quienes fueran detectados positivos al virus del VIH. Hasta 1979, los actos homosexuales eran clasificados como un delito en la Cuba socialista.

Un reportaje de la época donde el régimen encomia los campos de trabajo forzado de la UMAP como una forja de hombres nuevos.

Con la creación de las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción, UMAP, Cuba es el único país del hemisferio occidental que ha creado campos de concentración para encerrar a los homosexuales. Se estima que por la UMAP pasaron unas 25 000 mil personas, entre homosexuales y desafectos en general al sistema marxista que se imponía.

Así, Reinaldo Arenas, uno de los más importantes escritores cubanos del siglo XX, fue confinado en la terrible prisión colonial del Castillo del Morro durante dos años (entre 1974 y 1976) por ser homosexual.

Aunque la hija del general Raúl Castro, Mariela Castro, a través de su Centro Nacional de Educación Sexual ha venido abogando por más libertades para los homosexuales, lo cierto es que activistas del movimiento gay independiente de la isla ven esa labor como un intento de aparentar una mayor tolerancia con vista a la opinión pública internacional sin realizar cambios sustanciales.

Fotografía facilitada por la editorial Point de Lunettes y realizada por el pintor Jorge Camacho, de Reinaldo Arenas durante su exilio en Nueva York.

Diego Romero, de 54 años, residente de La Habana, dijo desde el Mejunje que en la vida real las cosas no han cambiado mucho.

"Cuando camino por la calle, los hombres a veces me molestan y me llaman 'pajaro' y 'maricón'.

"Creo que hay que centrarse en cuestiones como las políticas discriminatorias relacionadas con el empleo, la presencia en los medios de comunicación, la prohibición de los homosexuales para trabajar las instituciones públicas y en el acceso a tratamiento médico para los VIH positivos que sufren de otras enfermedades de transmisión sexual, entre otras prioridades".

La realidad es que muchas personas transexuales trabajan como prostitutas porque se les niega el empleo.

"Esto es lo que hacen las mujeres transexuales como único trabajo en este país ... a causa de la homofobia", dijo Natalie Obregón, de 25, una prostituta que labora en la explanada del Malecón de La Habana.

Obregón solía laborar de enfermera de un hospital, pero no podía soportar el uso de ropa de hombres. Fue despedida el día en que se presentó en ropa femenina al hospital.