Cuba quiere usar caso de cubanoamericana condenada por espionaje como "arma política"

Las autoridades en Cuba continúan renuentes a permitir asistencia consular o la visita de su abogado estadounidense, Jason Poblete, a la prisionera política Alina López Miyares, sentenciada en 2017 por un tribunal de la Isla a 13 años por presunto espionaje.

En entrevista con Radio Televisión Martí, Poblete afirmó que el régimen no ha respetado las garantías mínimas que establece el reglamento de cárceles y prisiones para los reclusos ni tampoco accede al apoyo consular que reclama la ciudadana estadounidense.

Cuba niega asistencia a condenada por espionaje

El jurista dijo que “de acuerdo a la sentencia del tribunal que la juzgó, hemos palpado la severidad del fallo judicial en el cumplimiento de la sanción que se le impuso”.

Un tribunal militar consideró a Alina y a su cónyuge, un ex diplomático de La Habana ante Naciones Unidas, Félix Martín Milanés Fajardo, culpables de trabajar a favor de los servicios de inteligencia de EEUU.

Sobre el caso de la mujer el abogado manifestó: “Por una parte, no ha recibido los beneficios que reciben los sancionados por la jurisdicción militar en sus centros penitenciarios que son diferentes a las prisiones civiles y por otro lado no le han permitido recibir la asesoría jurídica y consular que le corresponde por ser ciudadana norteamericana al momento de los supuestos hechos, como está estipulado en el artículo 64 del Reglamento del Sistema Penitenciario del Ministerio Interior”.

Cuba no reconoce la doble ciudadanía y considera a cualquier persona nacida en la Isla como ciudadano cubano cuando entran en el territorio nacional.

López Miyares nació en Cuba y llegó a los Estados Unidos con sus familiares en 1969 cuando era niña, donde se convirtió en ciudadana naturalizada. Se establecieron en Nueva Jersey. Trabajó como maestra en escuelas públicas de Nueva York y a fines de la década de 1990 se mudó a Miami.

Conoció a su pareja durante un viaje a Nueva York, a principios de la década de 2000 pero se desconocen los detalles. En 2017 durante un viaje que hizo a Cuba para encontrarse con su esposo, López fue arrestada.

“La familia, no solamente su mamá, sino su hijo, sus sobrinos que viven en el norte de EEUU han pedido ayuda al gobierno de este país y también a oficiales de Cuba, pero se la han negado”, dijo el abogado y añadió que el equipo de la defensa "se ha comunicado con oficiales de la embajada cubana en Washington, con funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y con otras personas que podrían ayudar a la excarcelación de López Miyares”.

“Yo he conversado con el defensor que tuvo López Miyares en su juicio, pero no puedo compartir esos datos”, dijo Poblete.

“Con el gobierno de Estados Unidos estamos en contacto semanalmente y también con funcionarios de Cuba que están tratando de ayudar para, quizás, enmarcar mejor la manera de cómo salir de esta situación bastante compleja”, indicó el jurista.

“El asunto se ha abordado a través del Departamento de Estado con las autoridades cubanas. Y creo que es esencial que ambos países continúen hablando, intentando buscar la solución porque Alina no estaba espiando”, aseveró el letrado quien también es el principal asesor de la Global Liberty Alliance, una organización con sede en Alexandria, Virginia cuya misión es fortalecer el derecho y avanzar en la causa de la justicia.

“A través de la defensa de la señora Alina nos ha llegado información de que por lo menos hay otra americana recluida en Cuba y otros extranjeros. Ciertos oficiales cubanos quieren utilizar esa situación como arma política”, indicó Poblete.

En el 2014, en el clima del deshielo de las relaciones entre Washington y La Habana, el contratista Alan Gross y el agente de inteligencia preso en Cuba, Rolando Sarraff Trujillo, fueron intercambiados por tres espías cubanos en los EE. UU.

Poblete ha intensificado gestiones ante el Congreso de EEUU, incluyendo los comités de Seguridad del Senado y la Cámara de Representantes a favor de su clienta.

“Mi opinión es que ella no es una presa política, ella es más un rehén, no se ha involucrado nunca en la política. Simplemente ella tuvo una relación con un personaje con un historial”.

Sin embargo, el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, CCDHRN, Elizardo Sánchez Santacruz apuntó que Alina López Miyares es una mujer que está encarcelada por razones políticas, porque "la han acusado de espionaje".

“A ella y a su compañero los hemos incluidos en nuestra lista de presos políticos porque fueron condenados por los llamados delitos contra el Estado y procesados por la Policía Política secreta”, destacó el veterano opositor.

“La impresión que tenemos es que ambos son inocentes de los cargos y que deberán ser liberados. Por eso están y estarán en nuestra lista de presos políticos”, concluyó Sánchez Santacruz.

En este sentido el abogado señaló: “Espero que la Administración Trump y los colegas que estén a cargo en el Ministerio de Relaciones Exteriores se pronuncien y traten de llegar a un arreglo. Para que Alina sea libre”.

"Legalmente, los cubanos saben la arbitrariedad del caso de Alina y, por consecuencia, la injusticia de haberla juzgado en un un tribunal militar donde se le violó su derecho al debido proceso, a las propias leyes de procedimiento cubanas, pues el Tribunal militar, no tenía jurisdicción", indicó su representante legal.

Alina López Miyares envió en febrero de este año una súplica a Miguel Díaz-Canel, pero no ha obtenido respuesta.