Aunque ya no aparece en titulares, la crisis migratoria cubana en Centromérica sigue en pie con cientos de isleños que buscan llegar a Estados Unidos por cualquier vía, dijo a Martí Noticias una fuente de Cáritas Panamá que asiste a migrantes en la región.
El pasado 31 de diciembre permanecían albergados en Panamá unos 140 migrantes cubanos que ingresaron al país desde Ecuador y otros países, explicó el diácono Víctor Berrío.
Un grupo de 80 cubanos salió el 1 de enero. Actualmente son asistidos y alimentados en los albergues habilitados por Cáritas Panamá unos 70 migrantes procedentes de la isla, según informó Berrío.
Muchos llegan desde Ecuador, Guyana, Colombia y otros países, dijo.
“Nos vamos informando en la medida que van llegando de qué es lo que viene detrás”, dijo. “Estamos siendo informados de que lo que viene (de migrantes cubanos) no para ni va a parar porque sigue el éxodo”, agregó.
Berrío explicó que en los albergues habilitados desde hace 15 meses por la Iglesia para asistir a migrantes han asistido al nacimiento de niños que reciben su partida de nacimiento panameña.
Cáritas Panamá ha jugado un activo papel en la ayuda a los cubanos desde poco después de la crisis humanitaria generada cuando Nicaragua cerró en noviembre del 2015 sus fronteras a los migrantes de la isla.
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Esta crisis movilizó a gobiernos de la región y hasta generó tensiones diplomáticas.
Dos puentes aéreos desde Costa Rica y Panamá permitieron destrabar el cuello de botella de miles de migrantes que con la anuencia de México consiguieron ingresar en Estados Unidos por las fronteras.
Berrío dijo que no ha tenido comunicación con las autoridades religiosas cubanas. Instó a la comunidad cubana residente en Estados Unidos a colaborar en la asistencia a los migrantes en momentos en que parece no detenerse el éxodo.
¿Por qué una comunidad cubana tan grande como hay en Florida no envía a alguna persona aquí y montan una especie de centro de ayuda?”, cuestionó Berrío.
El religioso dijo que muchos trabajan en Panamá hasta que reúnen el dinero necesario para pagar a coyotes o seguir la travesía por su cuenta. También aludió a mujeres jóvenes que se prostituyen para obtener recursos económicos.
“Estoy dispuesto a atender a quien quiera que venga de allá, o que quiera llamar y que montemos un programita para ayudarlos. Desde aquí desde Panamá estamos ayudando inclusive a los que van por Centroamérica, algunos que han tenido tropiezos porque les han robado el dinero, de Honduras nos han llamado porque en Nicaragua los han asaltado, y a través de donaciones hemos podido transferirles 100, 200 y 300 dólares”, concluyó.