Liberación de venta de materiales no resuelve problemas de vivienda

Los altos precios de los materiales de construcción no se corresponden con el ingreso promedio en Cuba.

La falta de materiales y el hogar multigeneracional son los dos problemas que más afectan a los santiagueros cuando se habla de la situación de la vivienda, revela un sondeo de UNPACU.

La falta de materiales de construcción y la convivencia de varias generaciones en una misma casa por la imposibilidad de comprar o de fabricar otro inmueble figuran entre los principales problemas de vivienda que enfrentan los santiagueros.

En una encuesta realizada recientemente por la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante del país, los participantes se refirieron a la escasez de materiales para la construcción y los altos precios de los que el gobierno pone a la venta.

Construcción de petrocasas en Santiago de Cuba

“Con el salario de un trabajador no se puede hacer compra de materiales”, dijo una mujer encuestada, quien recordó que el saco de cemento ahora está por encima de 95 pesos, pero meses atrás se cotizaba a 125.

El salario promedio del cubano, según estadísticas publicadas por el diario oficialista Granma, fue en el 2016 de 740 pesos, mientras que en el caso de la provincia de Santiago de Cuba llegó a 657 pesos.

Los encuestados por UNPACU consideran que es imposible que una familia con un salario “promedio” pueda comprar cemento, arena, y otros insumos que se necesitan para la construcción, y además les alcance para comer y cubrir otras necesidades básicas.

A los precios del cemento, un material imprescindible para la fabricación y que solo se encuentra en mercados estatales, se le suma que la demanda siempre está muy por encima de la oferta, y esto lo encarece mucho más en el mercado negro.

En el 2010, el Gobierno cubano liberó la venta de materiales de la construcción a la población y se abrieron expectativas para muchos, pero seis años después poco se ha avanzado.

Derrumbe de una edificación a inicios de agosto en Centro Habana Foto Mario Hechavarría

Las familias siguen hacinadas. Viven en la misma casa más de tres generaciones sin la esperanza de poder independizarse, dice un joven encuestado por UNPACU que cuestiona a las instituciones del gobierno porque “hay terrenos en desuso y no se los entregan a los que los necesiten para que se independicen”.

El déficit habitacional en la isla es crónico. En un país de 11.2 millones de habitantes solo existen poco más de 3.8 millones de viviendas, según cifras oficiales. Las ciudades de La Habana y Santiago de Cuba se ubican entre las dos urbes con los problemas más críticos.

Un informe estatal señala que entre las principales causas de ese problema está la pérdida de la capacidad habitacional debido al deterioro de las edificaciones”, que en su mayoría tienen más de 30 años sin ser reparadas.

(Redactado por Idolidia Darias, con información de UNPACU)