Financial Times: Marino Murillo, el gran ausente

Raúl Castro conversa con Marino Murillo. Foto tomada en 2010.

El silencio del que fuera ministro de Economía y Planificación hasta julio pasado y quien es considerado el "zar de las reformas" de Castro, ha disparado todo tipo de especulaciones en torno a él y a los esperados cambios.

La desaparición pública durante casi un año de Marino Murillo, -ex ministro de Economía en dos ocasiones y la cara visible de las tímidas reformas emprendidas en Cuba-, ha desconcertado a los que dentro y fuera del país confiaban en una eventual liberalización económica de la isla, según un reporte de Financial Times.

La nota firmada por Marc Frank y John Paul Rathbone, alude a que Murillo pasó, -de ser el hombre que en presencia de Raúl Castro explicó a dirigentes y al resto del país los cambios económicos en curso-, a convertirse en el gran ausente.

Licenciado en Economía, es vicepresidente del Consejo de Ministros y miembro del Consejo de Estado. Fue ministro de Economía y Planificación entre 2009 y 2011. Su segundo período en esta cartera concluyó en julio del 2016. Fue reemplazado por Ricardo Cabrisas.

El gobierno expresó entonces su aspiración: "Esta decisión obedece a la necesidad de que el compañero Marino Murillo (...) "concentre sus esfuerzos en las ta­reas vinculadas con la actualización del modelo económico y social cubano, aprobadas por el 6to. y 7mo. congresos del Partido".

No aparece en público desde julio

El silencio de los últimos meses ha disparado todo tipo de especulaciones en torno a él y a los esperados cambios.

“Murillo no ha pronunciado una palabra en público desde julio pasado”, destacó Financial Times.

El artículo se refiere a que la ausencia de Murillo, 56 años, coincide con una “pausa” en la nombrada “actualización” del modelo económico cubano, cuyos gobernantes abrazaron por décadas las formas de hacer del extinguido socialismo de Europa del Este.

En los últimos meses el Gobierno retrocedió en aspectos clave de las reformas, entre ellos puso tope a los precios de algunos alimentos y a los taxis privados.

Ocurre en un contexto complejo que incluye la grave crisis económica de su aliado Venezuela, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y cuando falta poco tiempo para la eventual entrega del poder de parte de Raúl Castro, prevista para febrero del 2018.

Ilusiones truncas

Financial Times recuerda que las esperanzas de cambio que llegaron con Raúl Castro a partir del 2008, se basaron en su intento por descentralizar la economía y aumentar la productividad echando mano al trabajo privado, reduciendo la burocracia estatal y acogiendo la inversión extranjera.

Aspectos como poner fin a la dualidad cambiaria y monetaria son todavía asignaturas pendientes, recuerda .

El rol de Murillo en el anuncio de los esperados cambios fue crucial. Consiguió impresionar a los que dentro y fuera de la isla siguieron sus presentaciones en el Parlamento, que luego retransmitía la televisión estatal cubana.

​Fue Murillo el encargado de narrar cómo ha marchado la economía cubana y explicar la necesidad de cambios. En ocasiones incluso se quejó de los problemas que detenían los avances.

Expertos consultados por Financial Times opinaron sobre la aparente desaparición de Murillo.

“De alguna manera, las reformas no han ido lo suficientemente lejos pero al mismo tiempo (han ido) demasiado lejos”, dijo a la publicación Bert Hoffman, experto en temas cubanos en el Instituto alemán de Estudios Globales.

Según Hoffman, los cambios no han conseguido elevar el crecimiento económico, pero sí han ampliado las desigualdades sociales, aumentado el costo de la vida y con ello la preocupación del gobierno de que crezca el descontento popular.

Como en ocasiones anteriores, -sugiere el artículo-, los eventuales reformistas estarían enfrentados a los que temen perder el control y hasta el poder.

No obstante, señala la nota, Murillo aún tiene “la bendición oficial”. En 2011, por ejemplo, fue ascendido a miembro del poderoso Buró Político del gobernante Partido Comunista. Nada en su contra ha sido informado.

Su relativo bajo perfil podría ser una señal, destacó el reporte.

“Ellos (los cubanos) han logrado muy bien frenar las expectativas de las reformas”, dijo al diario un diplomático europeo, en referencia al silenciamiento de Murillo.

(Basado en un artículo de Financial Times)