Departamento de Estado mantiene a Cuba en lista de países que apoyan el terrorismo

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Foto cortesía de José Agramonte Leyva.

Estados Unidos también acusa a Cuba de prestar asistencia en su territorio a la guerrilla comunista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Estados Unidos mantuvo al régimen de Cuba en la lista de países acusados de apoyar el terrorismo, que incluye a Siria, Irán y Sudán, anunció este jueves el Departamento de Estado.

El país caribeño que ha figurado de manera continua desde 1982 en la relación, vuelve a a aparecer bajo la categoría de Estados Patrocinadores del Terrorismo en el documento Informes por Países sobre el Terrorismo 2012.

Reacción del MINREX

La Habana condenó anoche enérgicamente la decisión del gobierno de EE.UU. de mantener a Cuba en su lista anual de estados patrocinadores del terrorismo.

Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores calificó la decisión de "arbitraria y unilateral", aduciendo que que pretende justificar el embargo económico de 51 años y aplacar al lobby del exilio cubano.

La declaración leída en el noticiero vespertino aseguró que el suelo cubano nunca se utilizará para dar cabida a terroristas u organizar actos violentos contra ninguna nación.
El apartado sobre Cuba señala que reportes correspondientes al año pasado sugirieron que el gobierno cubano estaba tratando de distanciarse de los miembros de la organización terrorista española Patria Vasca y Libertad (ETA) que viven en la isla mediante el empleo de tácticas como la no prestación de servicios, incluyendo no extender documentos de viaje a algunos de ellos.

No obstante la cancillería estadounidense señala que el Gobierno de Cuba ha seguido prestando refugio a aproximadamente dos docenas de miembros de la ETA.

En cuanto a otra organización designada como terrorista por EE.UU., las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el documento dice que en los últimos años se les permitió refugio en Cuba y paso seguro a través de Cuba a algunos miembros de sus miembros.

El informe toma nota asimismo de de que a partir de noviembre, el Gobierno de Cuba ha estado auspiciando en ese país conversaciones de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia.

El Departamento de Estado apunta por otra parte que el gobierno cubano continuó albergando a fugitivos buscados por la justicia de Estados Unidos, a los que apoyó con viviendas, libretas de racionamiento de alimentos y atención médica.

No hubo indicios, entretanto de que las autoridades cubanas proporcionaran armas o entrenamiento paramilitar a grupos terroristas.

El informe 2012 se ocupa asimismo del apoyo financiero al terrorismo, y dice que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ha identificado deficiencias estratégicas en la gestión cubana contra el lavado de dinero y la lucha contra el financiamiento del terrorismo.

El reporte del gobierno de EE. UU. toma nota de que, en 2012, Cuba se convirtió en miembro del Grupo de Acción Financiera de Sudamérica contra el Lavado de Dinero, organismo regional al estilo del GAFI, un paso mediante el cual La Habana se comprometió a adoptar y aplicar las Recomendaciones del GAFI.

PRIMERAS REACCIONES

La congresista cubanoamericana Ileana Ros Lehtinen consideró correcto mantener a Cuba en el listado, aunque lamenó que el informe no mencionara el encarcelamiento injusto del ciudadano estadounidense Alan Gross, ni el hecho de que Cuba colabora con otros estados patrocinadores del terrorismo como Irán y Siria, y mantiene "una amplia red de espías que representan una amenaza seria contra nuestra seguridad nacional".

La Oficina de Washington para América Latina, WOLA, lamentó la inclusión de Cuba, considerando que obedece a motivos políticos, y calificó el informe sobre la isla de contradictorio.

En un reportaje sobre las razones de que el gobierno cubano continúe en la lista, el servicio británico BBC presentó opiniones diversas.

Wayne Smith, encargado del Programa Cuba del Centro de Política Internacional (CIP), en Washington, y exrepresentante de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana, consideró que no hay razón para que el país caribeño continúe en la relación, asegurando que "en todos los años en que el Departamento de Estado ha incluido a Cuba no ha sido capaz de señalar una sola actividad, ni en hechos ni en declaraciones, de tipo terrorista"

Otro entrevistado por la BBC, Ray Walser, analista para América Latina de la Fundación Heritage, dijo que no se necesitaba encontrar una "pistola humeante" para vincular a Cuba con actividades extremistas en el hemisferio occidental.

"Cuba todavía se alinea con países que amenazan la paz, como Corea del Norte e Irán, y es juzgada por el tipo de compañía que guarda", afirmó. "Eso, y la obvia triangulación Venezuela-Irán-Cuba, son elementos fundamentales en la política exterior de La Habana que hacen que Washington no tenga urgencia en cambiar la designación".