Como senador del Partido Demócrata (1977-1995), Dennis DeConcini tiene en su haber seis reuniones con Fidel Castro, en La Habana, la última hace seis años. Fue presidente del influyente Comité de Inteligencia del Senado.
Nacido en Tucson, Arizona, hoy este hombre de mirada fija y hablar pausado, es miembro de la Alliance for Responsible Cuban Policy Foundation, un grupo no gubernamental con sede en Tampa, Florida, que pide el levantamiento del embargo al Gobierno de Cuba y el turismo libre de americanos a la isla.
Esta semana, asistió como invitado a un foro sobre viajes y comercio con Cuba en el hotel Marriot, en Tampa, y allí accedió a conversar con Martinoticias.
Senador, hablar con alguien que se ha sentado cara a cara con Fidel Castro en más de una ocasión, es siempre un desafío para cualquier periodista.
–Sí, fueron muchas conversaciones con Castro, sobre muchos temas. Le hablé sobre la importancia de la reconciliación con Estados Unidos. Aun activo en el Senado, llevé a mi hijo Patrick a una de esas reuniones en La Habana. Él es oficial de la Fuerza Aérea, piloto de F-16, y viajó con un permiso especial del Pentágono. Cuando presenté sus credenciales a Castro, lo miró y le preguntó: "Pero ¿no vas a atacarnos, verdad?"
¿Cuán lejos estamos de esa reconciliación plena?
–Lo que ha sido muy difícil es el aspecto político, por el fuerte sentimiento que hay en Nueva Jersey y en Florida en el sentido de que con gobiernos comunistas no se negocia. Sin embargo, lo hizo Ronald Reagan con Rusia; firmamos convenios sobre armamento nuclear con Moscú; y hay que negociar, si se puede perfecto, si no, está bien...
Un tema pendiente en este proceso de reconciliación es el de los fugitivos de la justicia estadounidenses que viven en Cuba bajo el amparo del Gobierno de la isla.
–Si una persona recibe asilo político, es un estatus legal, no está sujeta a la extradición. Por tanto, esas personas que están en Cuba no van a ser deportadas aunque se llegara a tener una relación más estrecha. Y puedo entender que hay gente que no lo acepta.
¿Cree que el Gobierno cubano ha dado poco o nada a cambio de la nueva postura de la Casa Blanca en su política hacia el país caribeño?
Los dos países tienen muchos problemas. Cuba, por ejemplo, ha enviado refugiados a Estados Unidos, entre ellos potenciales asesinos, según conocí cuando presidí por varios años el Comité de Inteligencia del Senado. Pero hay que tener voluntad y tolerancia. Pasaron muchas cosas. Cuba tenía una política como la de Irán. Cuba exportó guerras. Visité Angola cuando estaban allí las tropas cubanas... Pero también Cuba ha enviado médicos a muchas partes del mundo, algo positivo, y ya no pupilo de la Unión Soviética, y eso está claro.
Desde el martes último, el ex Senador se encuentra en La Habana con su hermana y algunos amigos. Según refirió, tiene planes de reunirse con funcionaros cubanos, de manera no oficial, entre ellos, Ricardo Alarcón y Josefina Vidal.