El joven disidente y estudiante universitario cubano Félix Llerena fue retenido el jueves en el Aeropuerto Internacional de Santa Clara, requisado y citado para el viernes por la Seguridad del Estado, según explicó a Radio Martí un día después de su regreso a la isla procedente de Estados Unidos.
Llerena, de 20 años, estudia la carrera de Marxismo Leninismo e Historia en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona en La Habana; y como activista es coordinador del Instituto PATMOS y promotor de la iniciativa Cuba Decide.
Estuvo en Miami y Washington en una visita cuya agenda incluyó un encuentro con funcionarios de la Oficina Internacional de Asuntos Religiosos del Departamento de Estado de EEUU.
En la reunión, Llerena y otros miembros de Instituto Patmos, denunciaron los arrestos arbitrarios, interrogatorios y la demolición y confiscación de templos de culto ante funcionarios del Departamento de Estado de EEU. El encuentro permitió a los opositores cubanos exponer sus puntos de vista sobre las violaciones a la libertad de culto contra el movimiento apostólico en la isla.
“Estuve casi cuatro hora en el aeropuerto (…) Me molestó mucho que me trataran como un delicuente, que me revisaran completo, que me tiraran los perros (…) como si hubiera sido un narcotraficante, un delicuente y después me revisaran hasta debajo de los zapatos”, dijo Llerena.
El caso no es aislado. Disidentes son con frecuencia retenidos y sus pertenencias registradas y en ocasiones decomisadas por agentes de la Aduana General de la República.
El mismo jueves, en el aeropuerto de Varadero, fue retenida durante cuatro horas la Dama de Blanco Leticia Ramos Herrería, a su regreso de un viaje por Estados Unidos, en el que sostuvo una reunión con el relator especial de la ONU sobre Tortura y Detenciones Arbitrarias, y el relator sobre Tratos Crueles e Inhumanos en las Prisiones.
Llerena dice que la Seguridad del Estado lo esperaba
El opositor, que visitó y ofreció entrevistas a Radio Martí durante su estancia en Miami, dijo que sintió a su llegada a Santa Clara que lo “estaban esperando”.
“Observé a algunos agentes de la Seguridad del Estado, que por su vestimenta ya uno los conoce”, comentó.
Explicó que su equipaje fue el último en salir y un agente de la Aduana General le dijo que sería abierto para revisarlo.
“Me revisaron pieza por pieza todo lo que traía (…) me quitaron como seis memorias flash, me quitaron un tablet”, dijo.
También le decomisaron libros, una gorra de la Brigada 2506, sellos del grupo opositor Cuba Decide, tarjetas de presentación y tarjetas micro SD, tres radios, las credenciales de los eventos en los que participó en Estados Unidos y una Constitución estadounidense.
No obstante, en otro momento de la entrevista con Radio Martí Llerena dijo: “el trato de la aduana no te puedo decir que fue malo”.
Citado "verbalmente"
Llerena explicó que tras la requisa de su equipaje fue abordado por dos oficiales de la Seguridad del Estado que le hicieron “mil preguntas”.
“Cuando terminó la requisa se acercó un supuesto mayor de la Seguridad del Estado del aeropuerto, junto a una teniente (...) y me comunicó verbalmente, nada de papeles, nada de cuño, nada de entrevista formal, sino que me dijo que hoy (viernes) a las dos de la tarde, debía presentarme en el Ministerio del Interior del municipio Encrucijada”, comentó.
Llerena estudia en La Habana pero entró a Cuba por Santa Clara para visitar a su familia en Encrucijada.
Asiste a la citación con la Seguridad del Estado
Llerena había dicho temprano a Radio Martí que no tenía pensado asistir a la la cita con la Seguirdad del Estado porque no recibió una citación formal.
Más tarde aclaró que estaba en camino.
"Decidí ir pero cuando el transporte pase porque no me pusieron transporte (...) si lllego tarde que me esperen (...) no les voy a dar el gusto de que me acusen de desacato (...) voy porque quiero, no porque ellos me lo están pidiendo", dijo el viernes en la tarde cuando salía del barrio El Chivo, a unos 8 kilómetros de Encrucijada.
Llerena había dicho que pidió al oficial el jueves que le diera una citación formal, pero le dijo que tenía autoridad para hacerlo verbalmente”, dijo.
También comentó que lo amenazaron en caso de que decidiera no ir o llegar tarde.
“(El oficial) dijo que si llegaba a las 2:01 iban a tomar acciones contra mí y me podían abrir una causa (…) (que) la situación migratoria (mía) en este país peligra, te puede afectar y te va a afectar, (que) me pueden declarar persona de interés nacional, los viajes me pueden limitar y sabrá Dios lo que pueden hacer”, agregó.
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(Basado en una entrevista de la periodista Ivette Pacheco, de Radio Martí)