El Tosco llama a "Buena Vista Social Club “una mentira maldita"

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José Luis Cortés, El Tosco.

El timbero cubano José Luis Cortés, director de NG La Banda, habla en una entrevista con el portal Salserísimo Perú sobre los retos de hacer música popular en Cuba.

José Luis Cortés, más conocido como El Tosco, no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa sobre los límites que algunas instituciones culturales cubanas ponen al desarrollo de la música popular en Cuba, especialmente a “la timba”.

El músico dijo al portal Salserísimo Perú que la música popular cubana se ha perdido, a pesar de haber tenido un gran desarrollo dentro de Cuba. La razón, según su juicio, fue la imposibilidad de darla a conocer más allá de las fronteras isleñas.

“El bloqueo (embargo económico) más grande que ha habido en Cuba no es el de la comida, sino el de la música”, dijo El Tosco al periodista Martín Gómez.

“No hemos podido ir a ningún lado. Para ir tienes que quedarte, y cuando te quedas…”, señaló Cortés, y recordó la frase del también salsero Manuel González, El Médico de la Salsa, cuando dijo que “Miami es el cementerio de los músicos cubanos”.

Según El Tosco, "muchos se ha ido", pero ninguno ha logrado triunfar, y hasta ha habido quien ha regresado a Cuba, señaló, citando el caso del salsero Isaac Delgado.

A la pregunta de si Buena Vista Social Club, con su gran acogida internacional, empañó lo que estaba sucediendo en La Habana en materia musical, El Tosco respondió de manera tajante: “Lo empañó en todo (…) Buena Vista Social Club es una mentira maldita. Esos músicos casi todos han fallecido, no queda ninguno vivo”, subrayó.

Un blanco de su crítica fue el historiador de La Habana, Eusebio Leal.

“Llegas al Casco Histórico y te parece que estás en el año 1940. Ahí no hay ningún grupo de timba que toca”, dijo, según él porque Leal “no quiere que haya timba” en La Habana Vieja.

Cortés no ha discutido el tema con el historiador, pero si le compuso una canción que dijo ha sido censurada en la isla.

Sobre la marginalidad a la que ha sido condenada la timba en Cuba, bromeó al decir que “gracias a los muchachos del reguetón nos quitaron el cartelito. Yo soy Shakespeare ahora mismo, soy Cervantes”, dijo.

“Es una tristeza que Cuba, un país exportador de géneros, exportador de ritmos de toda la vida, tenga que alimentarse de lo que hacen en Puerto Rico, Panamá y Dominicana”, señaló Cortés.

El músico se recordó el llamado “período especial” de la década del 90 en Cuba como una oportunidad de aliviar las penas de la gente con la alegría de la música.

“Trabajábamos gratis, sin cobrar, en condiciones infrahumanas", dijo, a pesar de que lo recuerda como un momento feliz. "Pude pegar mi música, y hacer crítica constructiva, no destructiva. Y la hice bien”, concluyó.