Los elogios de Jimmy Carter y Human Rights Watch a Oswaldo Payá

  • Iván López

Oswaldo Payá habla a la prensa el 22 octubre de 2002, en La Habana, tras recibir la noticia de haber sido galardonado con el premio Sájarov.

El expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter y la organización Human Rights Watch reaccionaron rápidamente a la muerte del disidente cubano Oswaldo Payá Sardiñas hace siete años.

Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, murió el 22 de julio de 2012 en un accidente en una carretera cerca de Bayamo. También falleció en dicho incidente el activista Harold Cepero.

Dos días después, el Centro Carter describió a Payá como un insigne defensor de las libertades fundamentales de su amada Cuba.

El texto del Centro Carter destacó que Jimmy Carter y su esposa conocieron personalmente a Payá cuando visitaron la isla en mayo del 2002.

Durante esa visita, Carter defendió ante la televisión cubana el Proyecto Varela, la iniciativa de Payá que pide celebrar un referendum sobre el sistema político que impera en Cuba.

"En homenaje a su vida -indicó el Centro Carter en el 2012- recordamos las palabras del presidente Carter cuando apoyó la nominación de Payá al premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2003: Oswaldo Payá es un hombre de valor que procura que la voz de todos los y las ciudadanas cubanas sea incorporada en el futuro de su país… … Su liderazgo al frente del Proyecto Varela y su compromiso cristiano con los derechos humanos merecen el reconocimiento internacional".

Human Rights Watch, el 23 de julio de 2012, declaró que Payá "puso al descubierto la renuencia del gobierno de los Castro a considerar los reclamos por un mayor reconocimiento de estos derechos".

"Lo más sobresaliente del Proyecto Varela de Payá fue que usó las propias leyes dictadas por el gobierno cubano para cuestionar sus prácticas represivas", indicó la entidad.

También comentó que obtener más de 10,000 firmas de respaldo al Proyecto Varela requirió liderazgo y valentía por parte de Payá y los demás organizadores, y que "muchos de ellos debieron pagar el precio de esta iniciativa con penas de prisión impuestas en forma arbitraria durante la ola represiva desplegada en 2003".

"Trágicamente, Payá nunca llegó a ver que el gobierno cubano respetara estos derechos fundamentales", señaló Human Rights Watch.