Los excesivos impuestos que pagan los cuentapropistas en Cuba continúan generando malestar entre los cubanos, expuestos a un Sistema Tributario para el que muchos consideran que el país no está preparado.
La ley tributaria del 2013 contempla 22 impuestos. Entre ellos están los que pesan sobre los ingresos personales, las utilidades, las ventas, la propiedad de viviendas, la utilización de fuerzas de trabajo, el transporte terrestre y la propiedad o posesión de tierras agrícolas.
También establece un tributo especial a los productos y servicios, y un impuesto aduanero.
En octubre de 2016, entró en vigor un impuesto del 5 por ciento sobre las estimulaciones salariales de 500 pesos o más. También se activó la contribución especial a la seguridad social.
David Alomá, dueño de una paladar en Trinidad, lo explicó en sus términos durante una entrevista con Radio Martí.
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“En el 2016 pagué 433.000 pesos de impuestos (...) Pago tres impuestos solamente por el negocio. El derecho a tener el restaurante son 2.000 pesos mensuales, fijos", dijo.
Además, -explicó-, paga el 10 por ciento sobre las ventas y al final del año paga otro impuesto sobre las ganancias declaradas.
"Ese es muy agresivo porque es un impuesto que cuando tu excedes las ganancias a más de 50.000 pesos cubanos, que son 2.000 CUC que cualquiera los gana, al año tienes que pagar la mitad de esa ganancia al fisco", explicó Alomá.
Otra cubana, la habanera Ada López, se siente muy afectada por el impuesto "especial" a productos y servicios que el país comercializa en divisas.
Cuba estableció desde la década de 1990 un impuesto del 240 por ciento a todos los productos vendidos en moneda dura.
“Con esos precios tan altos que hay en las tiendas en divisas imagínate tú (…) no puedo ir a la tienda a comprar nunca nada, tengo que ponerme lo que me regalan o lo que dan las amistades a mis niñas, porque con qué dinero yo voy a comprar en las tiendas en divisas”, dijo.
En el 2008, la decisión del gobierno cubano de cobrarle impuestos a los empleados de las empresas extranjeras y embajadas causó malestar e inusuales protestas.
La medida, aún en vigor, afectó entonces a cerca de 5.000 empleados de compañías extranjeras obligados a contratarse a través de contratistas estatales, y que recibían complementos salariales en divisas. Hasta el presente, el gobierno no lo considera salario sino "gratificación".
Cuba reportó el pasado año 223 denuncias por evasión fiscal que la Administración Tributaria presentó a lo largo de todo el país.
El Código Penal estipula penalizaciones de hasta 8 años de privación de libertad para los incurren en el delito de evadir impuestos.
(Redactado por Rosa T. Valdés, con reporte de Adriel Reyes)