¿El gobierno cubano ha reestructurado la red de tiendas y cafeterías minoristas en moneda nacional?

¿El gobierno cubano ha reestructurado la red de tiendas y cafeterías minoristas en moneda nacional que mantienen bajo su control y dominio?

No, la red de establecimiento comerciales minoristas sigue estando bajo el control del estado y se encuentra totalmente subutilizada.

El número de estos locales que se mantiene abierto es cada vez menor, porque en su mayoría se encuentran cerrados o son utilizados para otros fines, como almacenes, centros de reunión y hasta parqueos.

En una tendencia cada vez mayor, estos locales están siendo entregados como viviendas a personas necesitadas. En un país con una enorme demanda de viviendas, los locales comerciales en desuso se convierten en una solución desesperada del gobierno que no tiene donde ubicar a miles de personas.

en los locales que se mantienen operando la oferta es mucho más mala y escasa que antes, se pudiera decir que se mantienen abiertas y funcionando por inercia, como si se tratara de un hábito al que no han podido renunciar.

En las tiendas se ofrecen artículos sin ninguna demanda, algunas piezas de repuesto para plomería y equipos electrodomésticos, también se venden artículos manufacturados de muy mala calidad.

En las cafeterías, fondas y restaurantes se vende cualquier producto menos comida, refrigerios o alimentos. Las tabillas de anuncio advierten de las ofertas de cigarros, tabacos, ron, cervezas enlatadas y condones o preservativos.

Los empleados de estos locales cobran por mantenerlos abiertos en un horario específico pero no ofrecen ningún tipo de ganancias para el presupuesto estatal, son un gasto injustificado, un costo mal concebido.

La red de locales estatales se depaupera y destruye por la falta de mantenimiento y el poco uso que se les da.

Además, el anuncio de que se aprobarían determinadas reformas para vincular este tipo de locales con los cuentapropistas y trabajadores privados, desmotivó aún más a las empresas estatales encargadas de su administración, que prefieren no dedicarles recursos y medios a un negocio que puede ser entregado a otro tipo de operación.

Se trata de locales con una gran potencialidad para ser explotados como pequeños negocios, centros que en su mayoría fueron cafeterías, restaurantes y tiendas privadas que perdieron su sentido desde que fueran expropiadas por el gobierno y convertidas en locales dependientes de la gestión estatal.