Ahora que se permite a los cubanos rentar en los hoteles para turismo, ¿podrán los turistas nacionales reportar importantes ingresos para el turismo en Cuba?
En las condiciones actuales el turismo nacional cubano no representa nada para los ingresos derivados de la industria turística nacional.
Atendiendo a los reportes oficiales, los turistas nacionales ni siquiera computan.
Es mínimo el número de cubanos residente en la isla que actualmente pueden costearse unas vacaciones en los hoteles o destinos turísticos del país.
La mayoría de los turistas nacionales que llegan a estos lugares lo hacen como invitados de visitantes extranjeros o con vacaciones costeadas por familiares y amigos que viven en otros países.
Es iluso pensar que contando con los más bajos ingresos per cápita del área, los cubanos puedan asumir los costos de unas vacaciones en estos hoteles y destinos turísticos.
Las ofertas que actualmente existen para el turismo nacional, en moneda nacional, son tan pocas y tan malas que tampoco generan ganancias elementales. Más bien se trata de opciones concebidas con un objetivo político y no con un sentido comercial.
La autorización para que los cubanos puedan hospedarse en las instalaciones concebidas para el turismo internacional no resuelve el problema fundamental de cómo obtener los ingresos suficientes para poder pagar los elevados precios de estos servicios.
Queda mucho camino por recorrer para que los cubanos se conviertan en personas solventes económicamente que puedan darse el lujo de disfrutar de las instalaciones turísticas nacionales.
Actualmente el turismo en Cuba sigue concebido como una industria orientada hacia el mercado internacional y no hacia el mercado interno o nacional.
En las condiciones actuales el turismo nacional cubano no representa nada para los ingresos derivados de la industria turística nacional.
Atendiendo a los reportes oficiales, los turistas nacionales ni siquiera computan.
Es mínimo el número de cubanos residente en la isla que actualmente pueden costearse unas vacaciones en los hoteles o destinos turísticos del país.
La mayoría de los turistas nacionales que llegan a estos lugares lo hacen como invitados de visitantes extranjeros o con vacaciones costeadas por familiares y amigos que viven en otros países.
Es iluso pensar que contando con los más bajos ingresos per cápita del área, los cubanos puedan asumir los costos de unas vacaciones en estos hoteles y destinos turísticos.
Las ofertas que actualmente existen para el turismo nacional, en moneda nacional, son tan pocas y tan malas que tampoco generan ganancias elementales. Más bien se trata de opciones concebidas con un objetivo político y no con un sentido comercial.
La autorización para que los cubanos puedan hospedarse en las instalaciones concebidas para el turismo internacional no resuelve el problema fundamental de cómo obtener los ingresos suficientes para poder pagar los elevados precios de estos servicios.
Queda mucho camino por recorrer para que los cubanos se conviertan en personas solventes económicamente que puedan darse el lujo de disfrutar de las instalaciones turísticas nacionales.
Actualmente el turismo en Cuba sigue concebido como una industria orientada hacia el mercado internacional y no hacia el mercado interno o nacional.