¿Qué puede hacer la prensa oficial para revertir esta tendencia de los periodistas jóvenes?
Cambiar, es lo único que pueden hacer, modificar la forma y manera en que actualmente se ejerce el periodismo oficial en Cuba.
El propio pleno de la unión de periodistas de Cuba reconoce que existen nuevas formas de periodismo en la internet, los teléfonos celulares y la televisión internacional.
Ellos mismos establecen que en estas nuevas opciones la prensa oficial se ha quedado muy retrasada.
También reconocen que les ha nacido una competencia interna y que en el aspecto económico le superan abiertamente.
Queda claro que tienen identificada la base del problema, pero no quieren reconocer cual es la solución única y posible para revertir esta situación.
Ahora se refieren a la necesidad de combatir el secretismo en los medios de prensa oficiales, pero no asumen lo aburrido de unos medios en que todos presentan las informaciones y análisis diarios, con reportes nada novedosos y censurando la realidad nacional e internacional.
El restringido acceso a la internet no ha conseguido disminuir las ansias del cubano por estos nuevos medios de información. Es hora de asumir que existen y que contra ellos tienen que competir en buena lid.
El periodismo cubano no tiene que ser el último sector profesional en abrirse a los cambios, por el contrario debe ser el primero, y recuperar su papel de vocero de la sociedad, de cronista de la verdad cotidiana.
El periodismo oficial no puede revertir la marcha de los cambios, debe sumarse a esta tendencia, solo así podrá subsistir.
Cambiar, es lo único que pueden hacer, modificar la forma y manera en que actualmente se ejerce el periodismo oficial en Cuba.
El propio pleno de la unión de periodistas de Cuba reconoce que existen nuevas formas de periodismo en la internet, los teléfonos celulares y la televisión internacional.
Ellos mismos establecen que en estas nuevas opciones la prensa oficial se ha quedado muy retrasada.
También reconocen que les ha nacido una competencia interna y que en el aspecto económico le superan abiertamente.
Queda claro que tienen identificada la base del problema, pero no quieren reconocer cual es la solución única y posible para revertir esta situación.
Ahora se refieren a la necesidad de combatir el secretismo en los medios de prensa oficiales, pero no asumen lo aburrido de unos medios en que todos presentan las informaciones y análisis diarios, con reportes nada novedosos y censurando la realidad nacional e internacional.
El restringido acceso a la internet no ha conseguido disminuir las ansias del cubano por estos nuevos medios de información. Es hora de asumir que existen y que contra ellos tienen que competir en buena lid.
El periodismo cubano no tiene que ser el último sector profesional en abrirse a los cambios, por el contrario debe ser el primero, y recuperar su papel de vocero de la sociedad, de cronista de la verdad cotidiana.
El periodismo oficial no puede revertir la marcha de los cambios, debe sumarse a esta tendencia, solo así podrá subsistir.