Cuba y México evalúan en La Habana el flujo migratorio entre ambas naciones

  • Agencias

Cubanos varados actualmente en Nuevo Laredo, México.

Mientras las conversaciones tienen lugar en La Habana, cientos de cubanos varados en ciudades fronterizas esperan que México les permita legalizar su situación migratoria.

Cuba y México evaluaron el comportamiento del flujo migratorio entre ambas naciones durante la XI Reunión del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Migratorios y Consulares, con sede en La Habana, informó hoy la Cancillería de la isla.

El encuentro, presidido por la viceministra cubana de Exteriores, Ana Teresita González, y el comisionado del Instituto Nacional de Migración de México, Ardelio Vargas, tuvo lugar este jueves en "un ambiente cordial y de respeto mutuo, acorde al buen nivel de las relaciones bilaterales existentes".

"Ambas delegaciones evaluaron el comportamiento del flujo migratorio entre Cuba y México, incluido los ilícitos asociados al mismo, así como el estado de implementación del Memorando en Materia Migratoria vigente entre ambos países", refiere la breve nota, que no menciona el resultado de las conversaciones.

En la cita, los diplomáticos reafirmaron "la voluntad y compromiso" de sus Gobiernos "de realizar acciones conjuntas en aras de garantizar un flujo migratorio, regular, ordenado y seguro entre ambas naciones e incrementar la cooperación bilateral en la lucha contra el tráfico ilegal de migrantes y la trata de personas".

México era uno de los principales destinos de los cubanos que buscaban llegar a Estados Unidos, país que hasta enero beneficiaba a los ciudadanos de la isla con una política migratoria preferencial. El fin abrupto de la política de "pies secos/pies mojados", que facilitaba la entrada de los isleños a EE.UU., sorprendió en el camino a cientos de cubanos, quienes en su mayoría aún permanecen en albergues humanitarios de Panamá, Costa Rica y México.

En febrero pasado los más de 500 cubanos varados en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo (Tamaulipas, México) enviaron una carta a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en busca de ayuda internacional, al describir su situación de "crisis humanitaria".

Este jueves el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, anunció que daba un mes a la Pastoral Social Cáritas para poner fin al alojamiento humanitario que brinda a cientos de cubanos que permanecen irregularmente en el país, a lo que la organización respondió que seguirá con su labor a pesar del ultimátum.