Seguridad del Estado amenaza a "Doña Ceci", una de las paladares más antiguas de La Habana

El restaurante privado Doña Ceci fue abierto en 1995 por su exdueño Pedro Acosta.

El disidente cubano Pedro Acosta explicó a Radio Martí que una reciente inspección "sorpresiva" a la paladar que ahora gestiona su hija buscaba "ilegalidades". Pero él asegura que la Seguridad del Estado lo que quiere es aplacar su activismo político.

El restaurante privado Doña Ceci, -fundado en 1995 en el Reparto Casino Deportivo, en La Habana-, es tal vez uno de los más antiguos y probados negocios en el fluctuante sector cuentapropista de la isla. Pero eso no basta.

Esta semana la veterana paladar recibió una "sorpresiva inspección" con aparente viso político, según el testimonio de su expropietario Pedro Acosta, quien traspasó hace unos ocho años el negocio a su hija.

Acosta, -que es miembro de la organización opositora Observadores de Procesos Electorales (ODE) y autor de artículos de opinión en el sitio Cibercuba-, estaba seguro de que su activismo político pondría el negocio familiar en la mira de la Seguridad del Estado.

En entrevista con el programa Cuba Al Día, de Radio Martí, ofreció detalles del operativo.

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Declaraciones del opositor Pedro Acosta a Radio Martí.

“El martes sobre las 12 del mediodía se personaron 6 inspectores aquí en la casa, cosa que jamás había ocurrido aquí en la paladar. Venían supuestamente al frente (funcionarios de) la Fiscalía provincial (…) indiscutiblemente dos (de ellos) jóvenes eran oficiales de la Seguridad del Estado”, narró.

El opositor Pedro Acosta fundó Doña Ceci y hace 8 años traspasó la propiedad a su hija.

Acosta dijo que también policías fueron parte del operativo. Los dos agentes de la Seguridad del Estado, -comentó-, no participaron en la inspección, estaban vigilando la cocina y vigilando la salida. "Uno de ellos me saludó, dijo: ‘Hola, Pedro’, y yo no rezo como nada en la paladar", detalló.

Los funcionarios tomaron fotografías durante el operativo que concluyó a las 3:30 de la tarde.

"Empezaron a registrarlo todo, a revisarlo todo, propiedad de la casa, pago de la electricidad, estaban insistiendo mucho en las cosas más fuertes de ilegalidades, en la carne de res y en la langosta o el camarón", dijo.

Acosta catalogó de "inaudito" que documentaran fotográficamente la supuesta inspección: "Eso no es normal. Eso se hace en un operativo cuando se pretende cerrar un negocio pensando que van a encontrar una ilegalidad".

La paladar Doña Ceci basa sus ofertas en recetas de la cocina internacional.

La hija de Acosta, actual dueña de la paladar con capacidad para 25 comensales, no es opositora.

"Desde que yo empecé este negocio sabía que no podía haber nada ilegal porque era por donde único me podían atacar", destacó.

Como resultado de la inspección le fueron impuestas dos multas de 1.500 pesos en moneda nacional cada una. La familia va a apelar "porque no son justas", dijo Acosta.

Una de ellas fue impuesta porque al momento del operativo estaba en la cocina un vecino que no es empleado pero sí cercano a la familia que vive hace años en el mismo barrio.

La otra multa, -explicó-, fue "por un pescado que encontraron y estamos buscando el decreto que ampara que los pescadores deportivos pueden vender su pesca a particulares”, dijo.

El exitoso negocio Doña Ceci , que vende comida internacional, está incluido en el sitio A la Mesa, una plataforma en Internet que promociona a los mejores restaurantes privados de Cuba.

Jugada cantada

Antes de ser observador de procesos electorales, Acosta fue miembro del grupo opositor Somos +. Haciendo un recuento de lo que ha sido su vida desde que se opuso abiertamente al gobierno comunista, explicó que los textos que escribe en Cibercuba "han molestado mucho".

La paladar Doña Ceci fue fundada en 1995 en el Reparto Deportivo, Cerro, La Habana.

En uno de ellos denuncia lo que a su juicio son "estrategias" del gobierno para "liquidar la gastronomía particular", donde alude por ejemplo a que es "un eufemismo" llamar "mayorista" a Mercabal, un mercado recién creado para emprendedores y cooperativas donde los precios siguen siendo altos.

Acosta no duda que el operativo buscó supuestas ilegalidades para encausarlo y hasta decomisar la vivienda de la que es propietario y donde está situado la paladar que ahora gestiona su hija. La amenaza había llegado antes de parte del oficial que suele entrevistarlo.

"En voz del oficial que me atiende, parece que es mí médico, me dijo que ellos podían hacerme mucho daño, que yo tenía mucho más que perder que ellos", agregó.

Este intento, -dijo-, sigue a otras formas de presión ejercidas sobre él.

"Lo primero que hicieron fue regularme (las salidas al extranjero), yo les dije que a mí eso no me importaba, que yo no tenía ningún motivo para preocuparme por no salir (del país). Yo nací en Cuba, viví en Cuba y en 50 años había salido en dos o tres ocasiones", dijo.

Por eso es que Acosta está cada vez más convencido de que las autoridades están buscando el modo de presionarlo para que abandone su activismo político.

"Van a atacarme ahora a mi familia, van a tratar de perjudicar a mí familia que no tiene vínculos de ningún tipo político conmigo", indicó.

"El objetivo es ese, que yo me quede tranquilo, que yo esté pasivo y que yo no denuncie y me quede inactivo. No lo voy a hacer jamás", concluyó.

[Escrito a partir del Programa Cuba Al Día, de Radio Martí]