La mayoría de los más de 120 migrantes cubanos albergados por el Gobierno de Panamá en un local en Chiriquí, -mientras esperan una solución al caso-, están siendo bien asistidos pero apenas pueden salir del sitio donde se encuentran, según explicaron algunos de ellos el jueves a Martí Noticias.
Todos quedaron varados y en un limbo migratorio tras el cese de la política de "pies secos/pies mojados", a la que puso fin el expresidente Barack Obama poco antes de dejar la Casa Blanca en enero pasado.
La decisión de retenerlos en el albergue surgió después que medios locales dijeron en abril que varios de ellos fueron diagnosticados con sífilis y VIH.
La información, que el Ministerio de Salud no quiso confirmar pese a varios intentos de Martí Noticias, fue dada a conocer por medios locales panameños y confirmada por cubanos que viven en el albergue.
“Todo fue bien hasta el momento, el único inconveniente que hay es que nos trancaron aquí, los primeros días estábamos saliendo pero nos trancaron”, dijo a Martí Noticias un migrante cubano que como otros no quiso identificarse por temor a represalias o a ser devuelto a Cuba.
Los 129 cubanos que permanecen en Chiriquí, fueron trasladados desde un albergue de Cáritas en Panamá en abril.
Autoridades del Ministerio de Seguridad dijeron que están buscando una solución.
El cese de la política de "pies secos/pies mojados" dejó a los cubanos en igualdad de condiciones respecto al resto de los latinoamericanos que aspiran al sueño americano. Para entrar a Estados Unidos ahora los cubanos requieren de visado.
Cubanos "preocupados"
Muchos cubanos en el albergue coinciden en que la medida que les impide salir del albergue y moverse libremente por Chiriquí llegó después de que fueran diagnosticados varios casos de sífilis y VIH.
El ministro de Salud, Miguel Mayo, confirmó a La Estrella de Panamá que han detectado al menos 10 casos de migrantes cubanos contagiados con Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), entre ellas el virus de inmunodeficiencia humana VIH/ sida y sífilis.
Una de las fuentes dijo que las autoridades de Salud alegan que “están tomando precauciones de no dejarnos salir para que el pueblo no se infeste ni propaguen las enfermedades”.
“Estamos muy preocupados por esta medida (…) está bien que atiendan a los enfermos pero el resto debemos seguir la vida como al principio, cuando podíamos salir del albergue entre 7:00 AM y 6:00 PM”, expresó uno de los cubanos.
El coordinador de Cáritas en Chiriquí, Xiegdel Candanedo, confirmó que ha recibido quejas de los cubanos respecto a que no los dejan salir del albergue. No obstante, aclaró que sí les permiten salir a los que reciben dinero de sus familiares en Estados Unidos a través de Western Union.
“Son pocos que vienen, 10, 12, 15 ( a cobrar el dinero en Western Union) (…) Los demás están en el albergue, no los dejan salir, están comiendo más o menos bien”, expresó.
El religioso dijo que mostró su descontento después que medios locales informaron el diagnóstico que afecta a algunos cubanos en Chiriquí.
“A la prensa yo le dije aquí en David que no estaba de acuerdo conque saquen esas noticias negativas en contra de los pobres cubanos para discriminarlos más de lo que están”, expresó Candanedo, alegando que los pocos que están enfermos ya tienen tratamiento.
Candanedo dijo que tiene previsto visitar el viernes a los cubanos, a los que espera poder entregarles bolsas de aseo personal.
La representante de la Defensoría del Pueblo en Chiriquí, Mónica Chavarría, visitó el jueves el campamento de cubanos, según confirmó el vocero de la institución, José Luis Miranda. Al momento de redactar esta nota, la funcionaria no estaba disponible para ofrecer detalles de la visita.
El viceministro de Seguridad dijo a los cubanos en abril que gestionan una solución en un plazo de entre 60 y 90 días. Entre las posibles salidas aludió a una eventual transferencia a Canadá.
“Como eso está en manos del Gobierno, Cáritas no puede hacer nada en cuanto a una salida para ellos”, agregó Candanedo.
Corriendo con mejor suerte
Un gupo de 35 cubanos que se negaron a entrar en el albergue de Chiriquí, dijeron a TV Martí que llegaron a Costa Rica y consiguieron refugio por dos años, que entre otros beneficios les permite trabajar.
"La vida nos ha cambiado mucho", dijo Aliuska Cardoso.
(Con reporte de Ricardo Quintana, de TV Martí)