¿Expulsarán de Cuba al excorresponsal de BBC Fernando Ravsberg?

Cabinas de Emigración en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana.

Periodistas oficialistas están sugiriendo que Ravsberg, que ha trabajado como periodista extranjero en la isla por más de dos décadas, debería "ser expulsado" por el manejo que hace de la información y los temas cubanos.

El periodista uruguayo Fernando Ravsberg, reportero de medios extranjeros basado en Cuba por más de dos décadas, tendrá que hilar fino para sobrevivir de una polémica subida de tono, que va desde fuertes críticas hasta la velada sugerencia de que sea expulsado del país por su trabajo.

El más reciente incidente se desató tras la réplica del periodista oficial Darío Machado, quien respondió al abordaje realizado por Ravsberg respecto a su artículo titulado “Democracia, medios de comunicación y realidades”.

Fernando Ravsberg en una reunión con blogueros cubanos.

El artículo de Machado fue publicado por los sitios oficiales Cubadebate y Cubaperiodistas. El trabajo en cuestión alude al papel de la prensa en la sociedad cubana. También fue reproducido en blogs como Segunda Cita.

Machado sostiene que Ravsberg "falta a reglas elementales" y que hizo "un refrito" de su artículo. Rasvberg dice, sin embargo, que lo que hizo fue publicar una "síntesis".

"Ravsberg efectivamente entresacó lo que a él le pareció medular, no la médula de mi texto, una médula bien diferente a la suya", escribió Machado.

Esta misma línea crítica siguió Iroel Sánchez, (actual funcionario del Ministerio de la Informática y Comunicaciones, antes presidente del Instituto Cubano del Libro) en su blog la Pupila Insomne, donde sostiene que Ravsberg hace "un ejercicio castrante" con el texto de Machado.

"De 37 párrafos publicados por Darío Machado (...) Ravsberg entresacó 5 que ni siquiera son un fragmento completo y lo llamó síntesis", dijo Sánchez.

"Pero hay algo peor: Ravsberg no contó con el escritor del artículo para esta castración, actuando como un vulgar propagandista, un censor extremista que manipula una obra sin contar con la voluntad de su creador y le altera el sentido creyéndose todoporoso para intervenir un texto ajeno sin advertir al autor", agregó.

¿Expulsar a Ravsberg?

Pero la avalancha de críticas contra Ravsberg, ex corresponsal de BBC en La Habana, llega hasta la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), donde la propia vicepresidenta de la organización ha arremetido contra el periodista.

"Parece que la manera de proceder de este “profesional” uruguayo comienza a incomodar a las personas decentes", dice Hevia en un artículo publicado en La Pupila Insomne bajo el título de "Verde con puntas es “Guanábana”.

"Como también diría esa viejita sabia que me crió, cuando aparecen llamados en los espacios digitales a que saquen del país a alguien que constantemente se mimetiza como un camaleón", agregó la funcionaria en un aparente amenaza contra Ravsbeg.

Hasta ahora ni la polémica ni las sugerencias de Hevia han ocasionado problemas a Ravsberg, quien actualmente es corresponsal de Público en Cuba.

En una entrada en la Red Social Facebook, el periodista agradeció "las muestras de solidaridad" de sus lectores y colegas en las redes y aseguró que no ha sido convocado por autoridad alguna.

"A pesar de la convocatoria hecha por la Vicepresidenta de la UPEC para que se me expulse del país, ninguna autoridad cubana ha actuado en mi contra, ni siquiera han protestado por nada de lo que aparece en Cartas desde Cuba", escribió en Facebook.

​En todo caso llega en momentos en que la prensa oficialista se atrinchera en sus posiciones.

Recientemente fue expulsado de su trabajo José Ramírez Pantoja, de Radio Holguín, por divulgar citas de una reunión de periodistas en que fueron realizadas fuertes críticas sobre los medios y el manejo de la información por parte del Estado.

Ravsverg dijo que además de José, conoce de otros 3 periodistas sancionados durante los últimos tiempos..

"Todo esto ha servido para mostrar las verdaderas intenciones que existen tras las críticas de los extremistas. Quieren silenciar a todo el que no puedan utilizar para conseguir sus fines inmovilistas, su objetivo final no es la prensa sino detener los cambios que impulsa el propio gobierno cubano", agregó.