Decenas de choferes de motonetas, el principal medio de transporte privado en la ciudad de Santa Clara, paralizaron este lunes sus servicios luego de que el gobierno local anunciara una nueva normativa que obliga a los transportistas a reducir el número de pasajeros que montan en sus vehículos.
Las protestas ocurren porque la medida traerá serias afectaciones a los popularmente conocidos por "motoneros".
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"Ellos deben seguir pagando al mismo precio los impuestos, el combustible, las piezas de las motos y enfrentando el mismo sistema de multas y restricciones de los inspectores, destacó en el programa Cuba al Día, de Radio Martí, el comunicador residente en Santa Clara Yoel Espinosa Medrano, quien ofreció detalles de la protesta en una nota publicada por el portal CubaNet.
En señal de protesta, los transportistas decidieron no prestar servicio este lunes y estacionaron sus motonetas en la piquera de la calle Buen Viaje.
La población se aglomeró en el punto de salida y el transporte local colapsó en Santa Clara, porque decenas de estudiantes, trabajadores y personal que se dirige a las escuelas y los hospitales no tenían en qué trasladarse, explicó Espinosa.
De inmediato se presentaron en el lugar Alberto López Díaz, presidente de la Asamblea Provincial, y el Teniente Coronel Francisco Darias, Delegado del Misterio del Interior provincial, así como otros funcionarios gubernamentales y partidistas del municipio.
“Luego de varias llamadas telefónicas, el presidente de la Asamblea Provincial les dijo a los motoneros que se reuniría con ellos a las 4:00 p.m. en la sede gubernamental de ese organismo, y de inmediato aparecieron las guaguas que comenzaron a transportar a la gente”, dijo.
A juicio del reportero, "la medida fue para darle una salida al cuello de botella que se había formado en ese momento”, pero "nadie alberga esperanza de que se solucione el problema del transporte local".
Una situación similar ocurrió el 8 de febrero en Santa Clara, cuando impusieron medidas a los cocheros con las que no estuvieron de acuerdo, dijo a Martí Noticias Belkis Toledo, residente en el barrio de Condado.
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Una nota del blog Producciones Nacán destacó que tras las nuevas medidas, los carretones tirados por caballos no podían entrar al perímetro urbano de la ciudad (lo que divide lo urbano de lo suburbano, es la Carretera de Circunvalación).
La medida obligaba a los cocheros a andar por la circunvalación, tras lo cual unos 200 carretoneros de caballos se declararon en huelga laboral hasta el 8 de febrero, en protesta por ser sacados del interior de la ciudad.
“Es que en Santa Clara nadie cuenta con las guaguas ruteras porque nunca dan viajes, y cuando lo hacen es uno o dos al día”, señaló Toledo.
"Todos apelan a los coches y motonetas", agregó.
"Las motonetas son vehículos seguros, rápidos y uno sabe que en ellos llega a tiempo, e incluso no solo andan dentro de la ciudad, también van hasta las afueras”, dijo Toledo.
La otra opción de transporte dentro de la ciudad es el coche tirado por caballos, pero “los carretoneros también la están pasando muy duro en las últimas semanas”, dijo la mujer.
“Tienen que seguir pagando impuestos, la comida del animal, los arreglos del coche y no obtienen ninguna ganancia, por eso muchos carretoneros se han quedado sin trabajo, y los que están saliendo a las calles lo hacen retando a los inspectores que por cualquier cosa le ponen multas”, explicó Toledo.
En su informe sobre lo ocurrido a principios de febrero, Producciones Nacán destacó que ante la aglomeración y debate público que se generó por no existir carretoneros para transportar a los pasajeros, se presentaron varios efectivos del Ministerio del Interior (MININT). Entre ellos se personaron los integrantes de la Brigada Especial del MININT (Antimotines), la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Varios carretoneros fueron empujados por los oficiales antimotines y algunos resultaron arrestados, pero la multitud empezó a protestar por el uso excesivo de la fuerza física contra ciudadanos legalmente definidos como trabajadores cuentapropistas, y los uniformados se retiraron.
La gente está muy molesta y por eso protestas. “La población, los cuentapropistas y todo el que reclame, aunque tenga la razón, es víctima de atropellos y malos tratos por la policía”, concluyó la mujer.