Estados Unidos llega a la última jornada de los Juegos Panamericanos de Toronto con la tarea cumplida y más medallas que nadie, a punto para celebrar que no hay otro rey en el deporte de América, por mucho que Canadá soñara durante una semana, Brasil apretara los dientes rumbo a Rio, mientras Cuba se desplomaba.
Con 102 oros al cierre del penúltimo día de competición y un total de 261 medallas, el país más poblado de América cambió de compañeros en el podio de Toronto, pero no de efectividad.
Este domingo, cuando se apague la llama de los terceros Panamericanos que organizó Canadá, Estados Unidos sumará su decimoquinta victoria continental en las 17 ediciones del tercer evento deportivo más importante del planeta.
Sólo no pudo alzarse con la corona en la edición inaugural de los Panamericanos, en Buenos Aires-1951, y en La Habana-1991, donde los campeones fueron los respectivos anfitriones, Argentina y Cuba.
A falta de siete finales para el cierre de los Juegos, a Canadá hace días que se le rompió el sueño de unirse al selecto club de anfitrionas que desplazaron a Estados Unidos, pero se aferró a la segunda plaza como mal menor y después de la penúltima jornada contaba con 77 oros y 214 medallas, muy lejos del quinto lugar con el que se despidió de Guadalajara.
A un año de sus Juegos Brasil aceleró el paso y ya nadie puede bajarle de un tercer puesto que se ganó con 41 metales dorados y 140 preseas, con la última jornada por definir.
Pese a que el fútbol masculino le siguió fallándole en los Panamericanos al país que vive este deporte como una religión, el gigante sudamericano se colgó este sábado el oro en baloncesto masculino al vencer a Canadá en la final, y en balonmano tras imponerse a Argentina. Las mujeres, de su lado, sacaron la cara por el 'futebol' y se llevaron su tercer oro panamericano al pasar por encima de Colombia.
Quien no estará para celebraciones el domingo será la delegación cubana, que por primera vez desde Cali-1971 no tendrá sitio en el podio continental.
La que durante décadas fue una poderosa cantera de atletas que impresionaban a América falló en la pista de atletismo, uno de sus terrenos en propiedad, y acabó en el tercer puesto de la modalidad.
Cualquier comparación con los 18 oros que se llevó del tartán de Guadalajara hace cuatro años resulta catastófrica y la mayor de las Antillas se fue de la pista de la Universidad de York por detrás de Estados Unidos y la entusiasta Canadá.
Con sólo una oportunidad de medalla en las siete finales que se disputarán el domingo, Cuba llega a la última jornada en Toronto con 36 oros y 96 metales, o lo que es lo mismo, con 40 podios y 22 preseas doradas menos que cuando fue segunda en Guadalajara.
La delegación caribeña, además, regresará a la isla con al menos 12 deportistas menos, después que la mitad del plantel masculino de hockey césped desertara este sábado sumándose a los cuatro remeros que ya abandonaron la expedición el 15 de julio.
Para la último día de competición queda una nueva edición del Superclásico sudamericano en la final de voley masculino entre Brasil y Argentina, la emocionante definición del fútbol entre Uruguay y México, además de los desenlaces entre los vecinos Canadá y Estados Unidos en béisbol y softbol femenino.
Los Panamericanos de Toronto, sin embargo, aprovecharán al máximo su última jornada antes de pasarle el testigo a Lima, encargada de organizar la cita de 2019.
El día comenzará cuando a las 07H05 locales (11H05) arranquen los corredores de los 50 km marcha con Centroamérica pendiente del guatemalteco Erick Barrondo, que podría redondear con un oro la notable participación de su país en Toronto, donde amanecerá el domingo como décimo del medallero con 10 preseas doradas.
Después de conocer al nuevo campeón panamericano de voley en la tarde, los Juegos volverán al lugar donde empezaron hace 16 días saltando al vacío de la mano del excampeón olímpico Donovan Bailey.
De nuevo en Rogers Centre, sede de los populares Blue Jays de bésibol, los 41 países que participaron en estos Juegos se despedirán hasta dentro de cuatro años en Lima en un fiesta que correrá a cargo del rapero Kanye West, el músico de ascendencia cubana Pitbull y la cantante canadiense Serena Ryder.
Entonces se apagará la llama y Toronto descansará con la tranquilidad del deber cumplido.