Las propuestas incluyen una divisoria con palmeras en el Malecón y un río verde "sostenible" en el Almendares. La Rampa y alrededores serían "puntos calientes" para inversión privada.
En marzo pasado, La Habana acogió por séptima vez a un grupo internacional de urbanistas y diseñadores, que se unieron a sus colegas cubanos para analizar sectores de la capital cubana según el “Plan Maestro para La Habana del siglo XXI“, escrito por el arquitecto y urbanista cubano Julio César Pérez Hernández, y un equipo de profesionales de la isla.
Los especialistas, que en años anteriores se habían dedicado al Puerto de La Habana, la Habana del Este y Centro Habana, se concentraron esta vez en El Vedado, especialmente la zona costera que comprende el Malecón y la desembocadura del Río Almendares.
Las propuestas surgidas de la llamada Charrete de Diseño Urbano de la Habana incorporan al paisaje de la zona la aparición de las nuevas microempresas privadas.
En una reseña publicada en el sitio cubanartnews.org, el arquitecto John H. Pilling, miembro de la facultad del Boston Architectural College, explica que los participantes de Italia, Noruega, el Reino Unido, Estados Unidos y Cuba se dividieron en cuatro equipos.
El primero crearía una visión estratégica de El Vedado; dos se dedicaron a desarrollar diseños urbanos para el Malecón y el río Almendares; y el cuarto se propuso crear un plan de desarrollo inmobiliario en el nacimiento de la calle Línea, que albergara originalmente los tranvías de La Habana.
Según Pilling, el equipo de planificación estratégica señaló que el Malecón es a la vez una columna vertebral de trabajo y el salón de la ciudad. Las intersecciones entre éste y el área alrededor de La Rampa y el Hotel Nacional; la Avenida Paseo; y la Avenida de los Presidentes, son 'puntos calientes' para la inversión privada.
Sugirieron que “el área del Río Almendares presenta una oportunidad para crear una zona especial de desarrollo, similar a la de La Habana Vieja”, mediante una adaptación de los edificios industriales del distrito y parcelas subutilizadas hacia un uso mixto, orientado a la comunidad”.
Entretanto, la calle Línea, por donde corría la línea del tranvía, “debe reforzarse como el núcleo de un nuevo sistema de transporte urbano.
Y la calle 17, donde ya coexisten nuevas microempresas, se vislumbra como una zona empresarial y de innovación. Las parcelas vacantes y bloques en El Vedado pueden ser reconstruidos utilizando un método de autoconstrucción de viviendas que ha demostrado su eficacia en otros países”.
Por su parte, el equipo de diseño urbano del Malecón recomendó hacer énfasis en este lugar más como "salón de la ciudad" que como su “columna vertebral”. Mostraron oportunidades para reducir el número de carriles introduciendo una división central con palmeras que transformaría el paseo marítimo en un parque lineal.
El equipo del Río Almendares tomó nota de las oportunidades que ofrece el lugar, el entorno, y la disponibilidad de tierras vacantes y subutilizadas.
Sus ideas principales fueron la conectividad entre El Vedado y Miramar, añadiendo un nuevo "centro" a la ya policéntrica metrópoli, enfocado en la sostenibilidad del 'río verde' y sus oportunidades para el ocio.
El equipo nombrado “Fabrica de Ómnibus” [aparentemente por la antigua fábrica de ómnibus Girón] tituló su propuesta "Las Palmas, una iniciativa para el Barrio de El Vedado".
El proyecto incluye un mercado central construido a partir de la reutilización del espacio original, con 4.900 m2 de tiendas y 6.300 m2 de oficinas, a un costo estimado de 12 millones 60.000 dólares. En el patio de la fábrica habría un complejo residencial de 290 apartamentos con parqueo en la planta baja. Se estima que el costo sea de 30 millones 626.000 dólares.
La próxima Charrete de Diseño Urbano de la Habana estudiará la zona de Miramar.
Los especialistas, que en años anteriores se habían dedicado al Puerto de La Habana, la Habana del Este y Centro Habana, se concentraron esta vez en El Vedado, especialmente la zona costera que comprende el Malecón y la desembocadura del Río Almendares.
Las propuestas surgidas de la llamada Charrete de Diseño Urbano de la Habana incorporan al paisaje de la zona la aparición de las nuevas microempresas privadas.
En una reseña publicada en el sitio cubanartnews.org, el arquitecto John H. Pilling, miembro de la facultad del Boston Architectural College, explica que los participantes de Italia, Noruega, el Reino Unido, Estados Unidos y Cuba se dividieron en cuatro equipos.
El primero crearía una visión estratégica de El Vedado; dos se dedicaron a desarrollar diseños urbanos para el Malecón y el río Almendares; y el cuarto se propuso crear un plan de desarrollo inmobiliario en el nacimiento de la calle Línea, que albergara originalmente los tranvías de La Habana.
Según Pilling, el equipo de planificación estratégica señaló que el Malecón es a la vez una columna vertebral de trabajo y el salón de la ciudad. Las intersecciones entre éste y el área alrededor de La Rampa y el Hotel Nacional; la Avenida Paseo; y la Avenida de los Presidentes, son 'puntos calientes' para la inversión privada.
Sugirieron que “el área del Río Almendares presenta una oportunidad para crear una zona especial de desarrollo, similar a la de La Habana Vieja”, mediante una adaptación de los edificios industriales del distrito y parcelas subutilizadas hacia un uso mixto, orientado a la comunidad”.
¿Malecón arbolado?
Y la calle 17, donde ya coexisten nuevas microempresas, se vislumbra como una zona empresarial y de innovación. Las parcelas vacantes y bloques en El Vedado pueden ser reconstruidos utilizando un método de autoconstrucción de viviendas que ha demostrado su eficacia en otros países”.
Por su parte, el equipo de diseño urbano del Malecón recomendó hacer énfasis en este lugar más como "salón de la ciudad" que como su “columna vertebral”. Mostraron oportunidades para reducir el número de carriles introduciendo una división central con palmeras que transformaría el paseo marítimo en un parque lineal.
Por un Almendares verde
Sus ideas principales fueron la conectividad entre El Vedado y Miramar, añadiendo un nuevo "centro" a la ya policéntrica metrópoli, enfocado en la sostenibilidad del 'río verde' y sus oportunidades para el ocio.
El equipo nombrado “Fabrica de Ómnibus” [aparentemente por la antigua fábrica de ómnibus Girón] tituló su propuesta "Las Palmas, una iniciativa para el Barrio de El Vedado".
El proyecto incluye un mercado central construido a partir de la reutilización del espacio original, con 4.900 m2 de tiendas y 6.300 m2 de oficinas, a un costo estimado de 12 millones 60.000 dólares. En el patio de la fábrica habría un complejo residencial de 290 apartamentos con parqueo en la planta baja. Se estima que el costo sea de 30 millones 626.000 dólares.
La próxima Charrete de Diseño Urbano de la Habana estudiará la zona de Miramar.