A pesar de sus limitaciones motoras, Lázara Castro, de 78 años, no deja de acudir a rendir culto a la Virgen de Regla.
"Cuando me fallan las fuerzas, mis nietos me llevan, pero yo tengo que ir, al menos tres veces al año. Ellos me llevan, además, porque también adoran a Yemayá", dice.
Cada 7 de septiembre, miles los cubanos congestionan la lancha que atraviesa la Bahía de La Habana, hacia al poblado de Regla. Los devotos navegan las aguas del puerto para llegar al templo de la Virgen de Regla, sincretizada con Yemayá; Orisha de la religión del pueblo Yorubá, que representa la diosa de los mares.
El templo construido para dominar con su campanario la entrada de la bahía habanera, anuncia la proclamación de la Virgen de Regla como Patrona y Protectora de la Bahía y el Puerto de La Habana, advocación otorgada por el Cabildo habanero, el 14 de diciembre de 1714.
La primera ermita de la Virgen se construyó de guano, a semejanza de su originaria de Chipiona, España. Fue ubicada en los terrenos del ingenio de "Guaicamar", en el entonces caserío de Regla.
El doctor en Ciencias de la Comunicación, Ramón Torres Sayas, explica la importancia del poblado para la unidad en el sincretismo de la virgen española y la orisha africana.
"El poblado de Regla fue un emboque donde se concentraban los esclavos que se vendían en los alrededores de la capital. Regla es un punto importante a la hora de analizar la religiosidad y la idiosincrasia habanera. Regla tiene un importante aporte al mestizaje de nuestra cultura religiosa".
Transculturación de la Virgen
La advocación católica de la Virgen de Regla española cobró su mayor fuerza en la transculturación de la isla. Al unirse en el sincretismo la Virgen reglana con Yemayá, la española superó su poder protector de la entrada marítima de la capital, convirtiéndose en madre del mundo. Las múltiples historias del pueblo Yorubá, señalan que del vientre de Yemayá emanó la vida.
A pesar de sus numerosos devotos en Cuba, durante años las autoridades de la isla prohibieron la procesión pública de la figura mariana traída de España, que recorría el poblado de Regla.
La recuperación de las relaciones Iglesia Católica-Estado, permitió que desde hace dos años se rescatara la tradición, pero de forma limitada a los alrededores de la Iglesia. En el inicio de este verano se permitió, por primera vez, una procesión de culto a la virgen española-orisha, desde La Habana Vieja hasta la Iglesia, en Regla.
Torres Sayas, colaborador del evento, comentó al respecto:
"Venir desde el otro lado de la Bahía hacia Regla es todo un simbolismo (…) En esta virgen hay depositada mucha fe, muchas esperanzas, mucho efecto religioso que al final se revierte en mejor calidad de vida para los creyentes".