Los periodistas independientes cubanos han perfilado sus habilidades profesionales en los últimos tiempos para enfocarse en hacer un periodismo sin tintes de activismo, dijo el martes Dhaniella Falk, directora de programas de Latinoamérica y el Caribe del Institute for War and Peace Reporting durante el Foro Internacional Voces Abiertas, en Miami.
El foro, dedicado en esta edición a Cuba, promueve el intercambio entre periodistas del continente latinoamericano que ejercen la profesión en sociedades cerradas.
Falk insistió en que este encuentro contituye una oportunidad para que profesionales de países con cada vez menos libertad de prensa aprendan de los periodistas cubanos, que durante décadas han lidiado con la censura y el control de la prensa por el estado.
Uno de los factores de éxito de estos grupos de periodismo independiente ha sido el impacto en la vida de su comunidad. Las personas han llegado a identificar a estos comunicadores como solucionadores de problemas, y recurren a ellos para ventilar asuntos que no encuentran espacio en la prensa oficial, indicó Normando Hernández, director del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa, ICLEP.
Esta relación de confianza con las fuentes y la publicación de reportajes por medios alternativos, muchas veces precarios, presionan a los funcionarios gubernamentales a solucionar los problemas que hasta ese momento no parecían una prioridad, detalló Hernández.
Elaine Díaz, fundadora y directora de Periodismo de Barrio, insistió en la necesidad de ver a los periodistas más allá de las etiquetas de oficialistas o independientes.
Díaz abogó por la importancia de defender a los periodistas de medios de prensa gubernamentales que también sufren la censura, que llega en muchos casos a las sanciones temporales y la expulsión de sus puestos de trabajo.
En respuesta a Díaz, el director de la ICLEP dijo que en numerosas ocasiones, por temor a represalías gubernamentales, los periodistas afectados no buscan ayuda de institutiones defensora de Derechos Humanos para denunciar su situación, y por ende, quedan excluidos de los reportes.
El representante de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, advirtió sobre el efecto positivo que ha tenido el monitoreo de estos atropellos contra periodistas, al situar los ojos de la opinión pública mundial como barrera protectora.
Lanza destacó la iniciativa de agencias de prensa independientes cubanas de denunciar las situaciones represivas que han experimentado, entre ellas Hablemos Press y 14yMedio.
Otro de los casos preocupantes en Cuba ha sido la censura, no solo a periodistas, sino a actores de la cultura en general, puntualizó Lanza.
Miriam Herrera, de la Asociación Pro Libertad de Prensa, destacó que la represión a los reporteros muchas veces se extiende a sus familias, y mencionó como constantes métodos de asedio las intimidaciones, las detenciones y el decomiso de los medios de trabajo, a pesar de tener los documentos de propiedad en regla.
Como un rasgo esperanzador del nuevo periodismo cubano, Herrera celebró la creciente cobertura que dan estos profesionales a temas sociales y en especial, a los casos de corrupción de dirigentes.