Estos sitios tienen gran potencial para instalar casinos de juego en la isla y recaudar dinero de los turistas, según una publicación de la industria de los juegos de azar.
“El cambio está llegando a Cuba” y la pregunta es si lo hará de manera “lenta o rápida, pacífica o violenta”, dice un comentario publicado este lunes por la revista Casino Life, que defiende la tesis de que el gobierno cubano necesita autorizar la apertura de casinos de juego.
Tras poner de relieve que la isla es un raro país donde “los físicos nucleares son choferes de taxi” y donde “Fidel (Castro) se ha convertido para Cuba en lo que Mao es para China”, el comentario recuerda las circunstancias en que fueron prohibidos los casinos después de 1959.
“Pero las naciones comunistas –apunta—no son reacias al juego legal”, y señala que los casinos en particular han sido vistos como una manera de sacarle dinero fuerte a los turistas y a la economía informal.
El autor del artículo recuerda haber jugado en un casino en la Hungría del bloque comunista. “La República Socialista de Vietnam sigue teniendo casinos. Sorpresivamente también los tiene Corea del Norte”, añade.
Los hay además en Macao, precisa, que al igual que Hong Kong es una región especial administrada por la República Popular China.
La revista destaca que los casinos crean empleos, atraen ingresos, y “podrían facilitar la transición de Cuba y sacarla del estancamiento económico creado por el comunismo puro, tal y como hicieron en China”.
Por supuesto, aclara, Cuba no tiene cientos de millones de residentes de clase media, y de hecho “la gente es tan pobre que es uno de los pocos países donde para ventaja de los operadores de juego a los lugareños no se les permitiría entrar”.
Sin embargo, ya la isla atrae gran cantidad de turistas de Europa y América Latina, dice, y el “espectacular éxito de los casinos de La Habana en la década de 1950 muestran lo que el juego legal puede lograr, especialmente una vez que los estadounidenses puedan visitarla sin restricciones”.
Según la publicación, el sitio natural para instalar un casino turístico “irónicamente es Bahía de Cochinos (Playa Girón)", y habría otro lugar donde “un casino sería incluso, además, una declaración política positiva de parte del gobierno cubano: la bahía de Guantánamo”.
A su juicio, Guantánamo es un lugar aislado de la vasta mayoría de la población cubana, posee playas, un aeropuerto y uno de los mayores puertos del mundo para buques cruceros, “si EE.UU. les permite el paso”.
Tras poner de relieve que la isla es un raro país donde “los físicos nucleares son choferes de taxi” y donde “Fidel (Castro) se ha convertido para Cuba en lo que Mao es para China”, el comentario recuerda las circunstancias en que fueron prohibidos los casinos después de 1959.
“Pero las naciones comunistas –apunta—no son reacias al juego legal”, y señala que los casinos en particular han sido vistos como una manera de sacarle dinero fuerte a los turistas y a la economía informal.
El autor del artículo recuerda haber jugado en un casino en la Hungría del bloque comunista. “La República Socialista de Vietnam sigue teniendo casinos. Sorpresivamente también los tiene Corea del Norte”, añade.
Los hay además en Macao, precisa, que al igual que Hong Kong es una región especial administrada por la República Popular China.
La revista destaca que los casinos crean empleos, atraen ingresos, y “podrían facilitar la transición de Cuba y sacarla del estancamiento económico creado por el comunismo puro, tal y como hicieron en China”.
Por supuesto, aclara, Cuba no tiene cientos de millones de residentes de clase media, y de hecho “la gente es tan pobre que es uno de los pocos países donde para ventaja de los operadores de juego a los lugareños no se les permitiría entrar”.
Sin embargo, ya la isla atrae gran cantidad de turistas de Europa y América Latina, dice, y el “espectacular éxito de los casinos de La Habana en la década de 1950 muestran lo que el juego legal puede lograr, especialmente una vez que los estadounidenses puedan visitarla sin restricciones”.
Según la publicación, el sitio natural para instalar un casino turístico “irónicamente es Bahía de Cochinos (Playa Girón)", y habría otro lugar donde “un casino sería incluso, además, una declaración política positiva de parte del gobierno cubano: la bahía de Guantánamo”.
A su juicio, Guantánamo es un lugar aislado de la vasta mayoría de la población cubana, posee playas, un aeropuerto y uno de los mayores puertos del mundo para buques cruceros, “si EE.UU. les permite el paso”.