Una cubana arrestada el sábado y que se presume asesinó a cuchilladas a un joven de 27 años en Tenerife, Canarias, tenía listo su equipaje y pasajes aéreos, aparentemente para escapar a Cuba.
Una jueza de la localidad de Arona (en Tenerife, Canarias) negó el lunes la libertad bajo fianza y envió a prisión provisional a la mujer de 38 años ─cuya identidad no ha trascendido─ después de escuchar su declaración. La magistrada decidió investigarla por el delito de homicidio.
La cubana detenida por la muerte del joven de Arona es conducida a un vehículo de la Guardia Civil.
El suceso tuvo lugar sobre las 10 de la mañana del sábado 4 de agosto, cuando el joven salió ensangrentado hacia la calle del local Paseo Santa Julia y recibió asistencia de una vecina tras caer desplomado al suelo.
La víctima, que presentaba heridas múltiples, sufrió un paro cardiorrespiratorio y posteriormente falleció en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.
Testigos declararon que la mujer abandonó el lugar en un auto, acompañada de una menor.
Agentes de la Guardia Civil se personaron en el lugar de los hechos y consiguieron identificar a la presunta autora, que establecieron no tenía una relación sentimental con la víctima. Los agentes policiales encontraron luego el vehículo de la fugitiva, y dentro del mismo, su equipaje.
La policía dio a conocer que la cubana había comprado pasajes por valor de 3 mil euros para viajar a Cuba al día siguiente del crimen, el domingo 5 de agosto.
(Autoridades de EE.UU. tienen indicios de que en la isla residen impunes y sin ser molestados decenas de fugitivos de la justicia norteamericana, desde terroristas, asesinos de policías y secuestradores de aviones hasta cubanos buscados por fraude con tarjetas de crédito, facturas falsas al seguro federal Medicare, lavado de dinero y otros delitos).
La víctima ha sido identificada como Ibrahim H.G. Hasta ahora se mantienen en reserva la identidad de la perpetradora así como el móvil del crimen de Arona.
Comentarios en las redes sociales califican a la homicida como una "yonky" (inglés: junkie) o drogadicta. Fuentes familiares dijeron al local Diario de Avisos que Ibrahim, estudiante y rapero aficionado, y su presunta asesina no se conocían. Según estas fuentes, la mujer habría estado “toda la noche fumando crack en la calle, delante de su hija, de solo 7 años” antes de matar al joven por motivos que se desconocen.
Desde el sábado, diversos medios locales canarios se han hecho eco de una instantánea de la víctima en el suelo, poco después de haber sido acuchillada.
(Redactado por Rolando Cartaya con información de El Heraldo, La Opinión, Diario de Avisos y redes sociales)