Cubano se declara culpable de traer mujeres desde Cuba para prostituirlas en EE.UU

Silvio Clark Morales junto a algunas de las víctimas. (Facebook vía Univision 23).

Silvio Clark Morales, de 31 años, accedió a un acuerdo con la fiscalía para declararse culpable pues enfrentaba una pena máxima de cadena perpetua, informó El Nuevo Herald.

El cubano residente en Miami, Silvio Clark Morales, acusado de traer ilegalmente a mujeres desde Cuba para explotarlas sexualmente en Estados Unidos se declaró culpable este jueves de 7 de los 19 cargos en su contra.

Morales, de 31 años, accedió a un acuerdo con la fiscalía para declararse culpable pues enfrentaba una pena máxima de cadena perpetua, informó El Nuevo Herald.

El reportaje, firmado por la periodista Nara Gómez, explica que “en conjunción con la defensa”, la fiscalía propone una sentencia de 30 años de privación de libertad y un pago de $60,000 por compensación a las víctimas, según trascendió en una audiencia en la corte federal del distrito sur de la Florida.

“El acusado, que inicialmente se había declarado inocente aceptó en lágrimas su culpabilidad y, con la cabeza baja, dijo que todos los hechos relatados por el fiscal Benjamin Widlanski durante la audiencia eran ciertos”, indica El Nuevo Herald.

El juez José E. Martínez dictará sentencia en junio próximo.

Desde un principio el caso despertó mucho interés porque se trataba del primero en una corte federal que involucra a mujeres tra’idas dese Cuba para la explotación secual, recordó el diario local de Miami.

Morales, alias “Jander” y “Silvito”, fue arrestado en septiembre del año pasado. Según dijo el fiscal, el acusado ofrecía a sus víctimas sacarlas de Cuba y conseguirles trabajo como bailarinas en Miami, a cambio de pagar $20,000 — supuestamente el costo de traerlas ilegalmente desde la isla a través de México. Una vez en Estados Unidos, el acusado les aumentaba la deuda y las obligaba a trabajar como strippers y prostituirse. En la denuncia criminal, varias relataron episodios violentos en los que fueron amenazadas y golpeadas por Morales, quien también amenazó a familiares de las víctimas en Cuba.

El fiscal añadió que el acusado estableció “reglas” y controlaba “el movimiento y las comunicaciones de sus víctimas”.

Según los documentos del caso, Morales habría contactado a varias de las mujeres por Facebook pero en uno de los casos habría viajado a Cuba personalmente a recoger a una de ellas.

Cuatro jóvenes entre 21 y 25 años fueron rescatadas en un complejo de apartamentos en Allapattah, en el que vivían junto a Morales, por agentes federales, de la Policía condal y del grupo especial de tráfico humano de la Fiscalía Estatal de Miami-Dade. La denuncia incluye a otras dos víctimas aunque ninguna de ellas llegó a testificar ante la corte. La fiscalía había solicitado el testimonio del preso, Anibangel Molina-Añez, condenado por estafa y actualmente en una cárcel de Georgia, pero nunca llegó aclararse su relación con el caso.

Declaraciones de un socio de Morales que habló en condición de anonimato con el canal Univisión 23, apuntaban a que este no actuaba solo y podía ser miembro de una red de contrabando que incluía a más personas. Pero el abogado del acusado, Stewart Glenn Abrams, dijo a el Nuevo Herald que el acuerdo con la fiscalía no contemplaba la ayuda de Morales para investigar otros casos.

En la audiencia del jueves, el juez realizó varias preguntas para asegurarse de que el acusado entendía lo que había firmado y que su abogado le había explicado todo el procedimiento y así como las consecuencias de declararse culpable.

Previamente, Martínez había denegado la demanda de Morales de buscar otro abogado defensor así como la petición de este de abandonar el caso. En una carta al juez, probablemente escrita por otro detenido en inglés y fechada el 6 de marzo, el acusado escribió que “desde el día de mi arresto, he estado completamente en la oscuridad sobre mi posición en este asunto y en mis derechos para defenderme”. Asimismo, dijo que no hablaba inglés y que no lograba obtener información útil de su abogado, cuyo único consejo, supuestamente, habría sido “firmar un acuerdo de 30 años” porque el gobierno “tiene testigos”.

Abrams contestó que las acusaciones que enfrentaba Morales podrían sumar una sentencia de 149 años si este era hallado culpable de una de las seis ofensas relacionadas con el tráfico sexual de mujeres, y del resto de los cargos.

Morales, que estudió en Cuba para convertirse en “profesor general integral” de secundaria básica en el Instituto Pedagógico Salvador Allende, en La Habana y que no es ciudadano estadounidense, ahora enfrenta también la posibilidad de ser deportado a la isla, cuando cumpla lo que se espera sea una muy larga sentencia.

(Información publicada en el diario El Nuevo Herald)