Un grupo de cubanos se reunió el lunes frente a la Embajada de Cuba en Washington para conmemorar el aniversario de las manifestaciones del 11 de julio del 2021.
Pidieron por los derechos del pueblo cubano y la libertad de los presos políticos.
“Nosotros estamos levantando hoy la voz por ese pueblo que está amordazado y al cual no han dejado salir a la calle, porque somos cubanos también y somos víctimas también. Estamos sufriendo. Esos que están ahí adentro secuestrados son nuestros hermanos, son nuestros padres y nuestras madres. Y entonces nosotros que tenemos la posibilidad de estar fuera en el mundo libre, no tenemos otra opción que levantar la voz por los que no tienen voz”, declaró el pastor Mario Félix Lleonart, del Instituto Patmos.
El activista añadió que quisiera mayor atención para la situación de Cuba por parte de la comunidad internacional.
“Si (el régimen de) Cuba lleva más de seis décadas… es porque el mundo, en cierta medida, también tiene responsabilidad, ya que ha tolerado a una dictadura que tiene a un pueblo secuestrado y lo tiene amordazado”, añadió.
Vigilia por aniversario de las protestas del 11 de julio del 2022, Washington, DC
Por su parte, John Suárez, director del Centro para una Cuba Libre, reaccionó a las acciones del gobierno cubano en el primer aniversario del estallido popular que, según numerosos activistas y periodistas independientes, realizó operativos policiales, amenazas y cortes al servicio de Internet.
“La dictadura en Cuba está ocupada como siempre, reprimiendo y negándole al pueblo cubano su derecho fundamental de poder expresarse libremente. Cuando el pueblo trata de hacerlo, responden con cortes de Internet, represión y vimos hace un año también personas armadas en la calle matando a cubanos indefensos que hoy que vamos a recordar”, señaló Suárez.
Asimismo dijo que los cubanos reunidos frente a la embajada cubana en Washington estaban recordando y abogando por los presos de conciencia en la isla.
Se colocaron frente a la entrada de la embajada carteles con los nombres de unos 30 presos políticos, se leyeron uno por uno sus nombres, se prendieron velas y se hizo una oración.