En medio de una de las peores crisis económicas de los últimos tiempos en Cuba, la aparición de los llamados popularmente como "mercados buitres" en diferentes barrios de la capital escandaliza a la ciudadanía desesperada por llevar comida a la mesa familiar.
La cadena de mercados Ideal, establecimientos que venden en pesos cubanos alimentos y artículos procedentes de la industria artesanal o cooperativas estatales, ha devenido en centros de venta de productos importados.
Estos mercados minoristas son administrados por el Ministerio de Comercio Interior y en ellos se deben vender víveres procedentes de la gestión no estatal.
“El malestar cotidiano se está disparando con la aparición de estos “mercados buitres” que es como los tiene bautizado la población, porque en ellos hay una complicidad de personalidades jurídicas de la gestión privada con instituciones estatales”, denunció el activista Juan Antonio Madrazo Luna.
En una de estas tiendas, la ubicada en 23 y C en el municipio habanero Plaza, colocaron este miércoles un stand con productos fabricados en Estados Unidos.
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La oferta de productos estadounidenses es tal que muchos cubanos creen que el embargo económico y comercial a la isla, impuesto por EEUU, ya ha sido levantado, como constató Madrazo.
“Los vecinos se preguntan en qué momento se desmontó el bloqueo que pueden comercializarse en el país productos estadounidenses que cuestan una fortuna para el bolsillo común: Una lata de leche condensada, 320 pesos; un paquete de café La llave, 700 pesos; una lata de spam, 1,200 pesos”, cuestionó el activista.
La Resolución 81 de 2022 del Ministerio de Finanzas y Precios otorga a los jefes de las cadenas de tiendas y de otras entidades minoristas la facultad de aprobar los precios en dinero cubano.
Estas entidades, pensadas, inicialmente, para acabar con la dependencia que tiene Cuba de las importaciones, necesitarían estar llenas de productos cubanos. Pero no es así.
“Cada vez es mayor la presencia de productos norteamericanos dentro de Cuba. Uno puede pensar, si las leyes del Embargo lo impiden. ¿Dónde están esos orificios por donde escapan los productos norteamericanos y entran en Cuba? Bueno, hay una resolución de la Aduana, del mes de agosto, que autoriza la entrada de alimentos, aseo, medicinas sin límites de cantidad”, indicó el periodista y escritor Julio Aleaga Pesant.
La importación no comercial de alimentos, bienes de aseo y medicamentos por pasajeros que arriban al país fue, de manera excepcional, está exenta de aranceles y de límite de cantidad y valor hasta el 31 de diciembre de 2022.
“Es común que en estos establecimientos de venta en pesos cubanos se vendan productos facturados en Estados Unidos y en otras latitudes. Desde el punto de vista legal, el problema es qué cosa es lo que es comercial y qué no. Al final todo lo que la gente trae es comercial, todo se revende”, señaló Aleaga.
“El hecho de que no sean importaciones comerciales es la clave que permite que esos productos estén entrando porque, definitivamente, la cubana es una sociedad que produce muy pocas cosas, por no decir nada. Todo lo que se está trayendo por personas, tanto de Estados Unidos como del área del Caribe, va directo al mercado interno”, apuntó el comunicador.
Las autoridades cubanas luchan por conseguir socios extranjeros que puedan surtir cientos de tiendas completamente vacías, luego de que la crisis ocasionara la carencia de alimentos y productos de aseo que antes se importaban en su mayor parte, pero actualmente están inalcanzables por falta de moneda dura en las arcas nacionales.
“Sin lugar a dudas, parte de esas importaciones las está haciendo el Estado a partir de individuos, familiares de los gobernantes, de la más alta dirección del país, que viven en Estados Unidos, que tienen vínculos con las empresas estatales e importan y tienen carta abierta en el sistema aduanero cubano, tanto en el aeropuerto como a través de las Marinas”, detalló Aleaga.
“Lo que sucede con esos productos es que no llegan a las manos de la mayoría de la población, cuando el salario promedio es de aproximadamente unos tres mil quinientos pesos. Entonces, si un café La llave está valiendo entre 700 y 900 pesos. ¿De qué estamos hablando? La mitad, la tercera parte del salario de un trabajador. Estamos hablando, solamente, de café”.