En su primer día en el cargo, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que pone fin al programa de parole humanitario implementado durante la administración anterior. Este mecanismo permitía a ciudadanos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití residir y trabajar legalmente en Estados Unidos por un período de dos años.
"De nada me valió esperar por casi dos años. Nos dijeron que confiáramos, que no nos lanzáramos por la frontera, y al final los que entraron fueron quienes hicieron las cosas mal, y nosotros nos quedamos embarcados en Cuba", dijo vía telefónica desde Santa Clara la cubana María Sabines Villar, de 38 años.
"Mi papá me puso la reunificación familiar desde hace años y no me acaba de llegar. Teníamos esperanza en este programa, pero hoy me siento engañada", añadió.
Lee también ¿Cuáles son los principales cambios de Trump sobre inmigración?Según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), más de 530,000 personas se beneficiaron de este programa hasta finales de 2024. Sin embargo, con la nueva orden denominada “Asegurar Nuestras Fronteras”, el gobierno busca frenar el ingreso irregular al país y priorizar otras medidas migratorias, como la construcción del muro fronterizo y el despliegue de fuerzas de seguridad en la frontera sur.
Para Raúl Kesell, un cubano de 45 años residente en Las Tunas, al oriente de la isla, "el dolor es más grande y la injusticia es mayor", dice.
"Me llegó la aprobación hace seis meses. Desde entonces estoy esperando el permiso de viaje para irme con mi familia que vive en Miami. Vendí el coche [de caballos] con el que me ganaba la vida y la casa. Teníamos todo listo para irnos, pensando que sería de un momento a otro. No se juega así con la vida de un hombre y su familia", dijo a Martí Noticias.
Cambios inmediatos
La suspensión del parole humanitario afecta tanto a nuevos solicitantes como a aquellos que ya han sido aprobados. Según informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), quienes ya recibieron el beneficio podrán permanecer en Estados Unidos hasta que expire su período de dos años. Sin embargo, no habrá extensiones y deberán buscar otras vías para regularizar su estatus.
“La administración Biden abusó de este programa para permitir la entrada indiscriminada de 1.5 millones de migrantes. Este cambio devuelve al parole humanitario su propósito original: analizar casos individuales”, explicó un portavoz del DHS a Voice of America.
Opciones para los beneficiarios
Cubanos podrían recurrir a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que les facilita la obtención de la residencia permanente tras permanecer un año y un día en territorio estadounidense.
Por su parte, venezolanos y haitianos podrían acogerse al Estatus de Protección Temporal (TPS), que ofrece protección contra la deportación y permiso de trabajo.
Además, todas las nacionalidades involucradas pueden solicitar asilo si demuestran un temor creíble de persecución en sus países de origen.
Incertidumbre y críticas
Expertos en derecho migratorio han señalado que la medida genera confusión entre los beneficiarios actuales, quienes enfrentan la posibilidad de quedar sin estatus legal al finalizar el plazo de su permiso.
Elizabeth Jacobs, del Centro de Estudios de Inmigración, explicó a Voice of America que “las personas que estaban protegidas bajo este programa podrían quedar expuestas a la deportación si no encuentran otra forma de regularizarse”.
Además, la cancelación de la aplicación CBP One, que facilitaba la programación de citas para solicitudes migratorias, también complica el panorama para quienes esperaban utilizar esta herramienta.
Contexto del programa
El parole humanitario fue introducido inicialmente por la administración Biden en 2022, comenzando con venezolanos y extendiéndose en 2023 a cubanos, nicaragüenses y haitianos. Su objetivo principal era ofrecer un alivio temporal ante la creciente crisis migratoria en la frontera sur.
Sin embargo, la administración Trump considera que la política contribuyó al aumento del flujo migratorio irregular.
Con la eliminación de este programa, el gobierno busca endurecer las políticas migratorias y centrar sus esfuerzos en reducir la inmigración irregular hacia Estados Unidos.
Este lunes la Guardia Costera publicó un comunicado en el que confirman el despligue de medios navales cerca de Cuba y Haití para evitar una emigración masiva desde estos países.