Cubanos que viajen al exterior por más de dos meses deberán darse de baja de la libreta

Algunos de los productos que se venden racionados por la libreta de racionamiento en Cuba.

Los cubanos que viajen al extranjero y permanezcan más de dos meses en el exterior deberán darse de baja de la libreta de racionamiento antes de la salida del país, según la nueva normativa del Ministerio de Comerio Interior publicada este martes en la Gaceta Oficial No.82.

Desde 2021 quienes salían por al menos tres meses debían acudir a la Oficina de Registro del Consumidor (Oficoda) para realizar un trámite similar. La nueva normativa reduce un mes más el tiempo estipulado para ello.

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La Resolución 101/2023 deroga la Resolución 47 y establece además que, en el caso de las personas fallecidas, el jefe de núcleo debe tramitar la baja en los 15 días hábiles posteriores al fallecimiento. Cuando la persona es recluida en centros penitenciarios, esta se tramita en los diez días hábiles posteriores a los tres meses de la reclusión. En el caso de que un miembro ingrese a un hogar de ancianos de forma temporal o permanente, la baja se gestiona antes.

A los cubanos que salgan del país a misiones, estudio o contratos laborales, los jefes de los organismos de la Administración Central del Estado que autorizan el viaje les solicitarán, antes de la salida, el modelo de constancia de baja de la libreta de control de ventas de productos alimenticios.

Aunque no hay cambios sustanciales, los cubanos han reaccionado a la noticia en medio de la fuerte crisis económica y el alza de los precios a los alimentos y productos de primera necesidad.

Magaly Núñez, una jubilada de 70 años que salió del país por un período de cinco meses para visitar a sus nietos, cuestiona que el proceso no funciona a la inversa.

“Algo no está funcionando correctamente. Fui dada de baja de mi núcleo familiar del cual soy la titular, por haber salido a visitar a mis nietos e hija después de cinco años sin verlos. Al regresar fui de inmediato a la oficoda de mi localidad para darme el alta, me explicaron que tenía que estar tres meses comprando mis mandados por vale piloto”, explica.

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Según su testimonio todavía no le han dado el de noviembre. “Ni siquiera tengo derecho comprar el pan que me corresponde diario. ¿A quién me debo dirigir? ¿ A quién le preocupa si como o no? Porque el hecho de que haya viajado no quiere decir que mi familia sea millonaria ni que yo regresé para mi país con el monedero lleno de euros, todo está super caro y no tengo recurso para comprar en las Mipymes que son los que tienen todo con precios exhuberantes. ¿Esto es un castigo por haber viajado?, preguntó.

El régimen comenzó en 2018 un proceso de digitalización de la libreta de abastecimiento pero el proceso no ha resuelto mucho. De hecho, cuatro años después el Ministerio de Comercio Interior publicó un comunicado en el que intentaban justificar el desastre. “Existen afectaciones con la disponibilidad oportuna de las libretas de control de los abastecimientos para el 2023, por lo que en seis provincias y parcialmente en tres, no ha concluido su confección", dijeron.

Las autoridades vienen anunciando la eliminación paulatina de la libreta desde hace años. Cada vez son menos los productos que llegan a las bodegas y en muchos casos, los cubanos se quejan de meses de retrasos en la venta de los mismos.

En 2011, el entonces gobernante Raúl Castro afirmó en el IV Congreso del Partido Comunista, que estaban buscando la mejor forma de eliminar paulatinamente la libreta. “La revolución no dejará a ningún cubano desamparado y el sistema de atención social se está reorganizando para asegurar el sostenimiento diferenciado y racional de aquellos que realmente lo requieran. En lugar de subsidiar masivamente productos, como hacemos ahora, se pasará progresivamente al apoyo de personas sin otro sostén”, dijo en ese momento.

A mediados de octubre pasado Miguel Díaz-Canel se montó sobre el mismo discurso en una entrevista concedida a la periodista Arleen Rodríguez Derivet en la que reapsó las políticas fallidas de su gobierno. En el diálogo, insistió en varias ocasiones que su gobierno trabaja en una estrategia para dejar de subsidiar productos y comenzar a subsidiar personas en situaciones vulnerables. No obstante, aclaró que todavía estaban estudiando cómo definir “quiénes son las personas vulnerables” en Cuba.

“Es de las medidas que tal vez van a tener una aplicación en el mediano plazo, sobre el concepto de qué personas están o qué núcleos familiares están más cercanos a situaciones de vulnerabilidad. Pero eso lo tenemos que hacer bien, porque si no creamos más conflictos”, comentó.

Dos semanas antes, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, había aclarado que el Gobierno no tenía divisas para importar los productos que adquieren los cubanos en las bodegas.

"No podemos asumir el compromiso permanentemente de distribuir por la canasta básica lo que importamos. No tenemos toda la divisa ni la capacidad para importar, con los precios de hoy, todo lo que se da", indicó.

Este año, por primera vez, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas reconoció que en Cuba los ciudadanos pasan hambre.

Un estudio sobre la desnutrición y la malnutrición realizado por el organismo demostró que "los cubanos entre 14 y 60 años en la Isla solo ingieren diariamente el 24% de las proteínas necesarias, el 36% de la energía y el 18% de las grasas que necesitan".