La crisis migratoria provocada por el arribo de 1.600 de cubanos a la Aduana de Paso Canoas, en la frontera de Costa Rica con Panamá, subió de tono este viernes, cuando unos 50 de ellos obstaculizaron el tránsito en la Carretera Interamericana.
"Si no pasamos nosotros, no pasan ustedes", gritaban hombres, mujeres y niños que piden seguir una ruta que iniciaron viajando de Cuba a Ecuador, donde tomaron un bus a Colombia y de ahí una lancha hasta Panamá.
Los cubanos están varados en la zona fronteriza esperando un salvoconducto de Costa Rica que les permita atravesar el país en su viaje hacia la frontera con Estados Unidos, que es su destino final.
"Técnicamente, están en tierra de nadie, porque salieron de Panamá, que les entregó un salvoconducto de 72 horas, y ahora están en la Aduana de Paso Canoas, pero no han podido entrar a Costa Rica", explicó a Martí Noticias, Delbis Agüero, reportero del noticiero Colosal, que ha estado cubriendo la situación migratoria en la frontera.
El gobierno de Costa Rica nombró el viernes en la tarde una comisión especial para atender la crisis en la frontera que ya tiene características humanitarias.
Gustavo Mata, ministro de Seguridad Pública, dijo a medios locales de prensa que la comisión tiene dos objetivos concretos:
–Dar una atención legal y humanitaria a los miles de cubanos que llegaron al país y que seguirán llegando.
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–Hacer contacto con las autoridades internacionales, en especial las de Panamá y Ecuador, para que el tránsito de cubanos por la región se detenga.
El diario crhoy.com dijo que, "para el lunes próximo habrán 3 mil cubanos en territorio costarricense".
La captura, este martes, de una red de tráfico de personas en varios puntos de Costa Rica, desató la crisis debido a que, al parecer, esa organización era la encargada de trasladar a los extranjeros hacia Nicaragua.
"Nosotros no sabíamos nada. El flujo de personas se movía normalmente con salvoconductos, pero los dejaron de dar sin más explicación", se queja Pavel Agüero, uno de los cientos de migrantes varados en los alrededores de este puesto fronterizo, en el Pacífico sur.
Por el momento, los cubanos hacinados en la Aduana de Paso Canoas esperan con incertidumbre cuál será la decisión que adopten finalmente las autoridades de Costa Rica, mientras la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y varias organizaciones religiosas están ayudando con alimento y alojamiento.
Cuba ha sido enfática al indicar que "solo reciben a sus nacionales que cometieron delito o que voluntariamente quieran regresar", explicó a los medios locales Gladys Jiménez, subdirectora de Migración.