Cubanos en Nuevo Laredo bajo la amenaza constante de la deportación

Cubanos bloqueados en la frontera entre México y Estados Unidos en la puerta de entrada a EEUU, en Nuevo Laredo.

Más de 300 cubanos varados en la ciudad fronteriza con EEUU permanecen indocumentados tras haberse vencido su permiso de estancia en México. La mayoría teme regresar a la isla.

Los cubanos varados en Nuevo Laredo cuyo permiso de estancia en territorio mexicano expiró insisten en que no los regresen a Cuba por temor a las represalias del régimen comunista.

De los casi 500 cubanos varados en la localidad fronteriza con EEUU, más de 300 permanecen indocumentados, y aunque han realizado gestiones para alargar la estancia legal en México, no han logrado su propósito "a pesar de haber tocado puertas", dijo a Martí Noticias el camagüeyano Manuel Alejandro Alvarez.

El migrante cubano desmintió las declaraciones del director del Instituto del Inmigrante, José Carmona, quien dijo el jueves a un diario local que muchos de los cubanos, ya ilegales, optaron por irse a cuidades grandes donde la presencia de autoridades migratorias es mínima.

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"Si salimos de Nuevo Laredo podemos ser deportados", aseguró Alvarez.

Y aunque los cubanos han dicho que su intención no es causar un problema a México, temen regresar a la isla porque "nos desaparecen", insistió el camagüeyano, que asegura haber tenido noticias de familiares de otros migrantes isleños ya deportados. "Hemos investigado y me han dicho que no los han visto".

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Cubanos en Nuevo Laredo

El salvoconducto que otorga el gobierno para permanecer en territorio mexicano es de 20 días. Hasta este fin de semana aproximadamente el 70 por ciento de los cubanos que llegaron a Nuevo Laredo con la esperanza de cruzar a Estados Unidos tenía esa licencia a punto de expirar.

Semanas atrás, las autoridades mexicanas de inmigración extendieron el permiso a los cubanos varados en la región, a la espera de una solución que le permita cruzar la frontera estadounidense, una opción que desapareció con la derogación, el pasado 12 de enero, de la política "pies secos, pies mojados".

(Con la colaboración de Yolanda Huerga)