Las autoridades de inmigración de Panamá están realizando un conteo de los cubanos que desde hace meses se agrupan en la región fronteriza con Costa Rica, una especie de censo que talvez llegue un poco tarde, según dijo este miércoles el pastor cristiano Pavel Fernández.
Procedente de Nuevitas, Camagüey, Fernández insiste en que las autoridades no censaron a tiempo a los cubanos varados en ese país y, por tal motivo, se ha formado un cuello de botella. "No tienen una base de datos actualizada, como sí tenía el Gobierno de Costa Rica", expresó.
Desde Paso Canoas, donde se encuentra retenido en medio de su ruta hacia Estados Unidos, Fernández dijo a Martí Noticias que calcula que hay unos 1.400 cubanos varados en esa zona.
"El ambiente está tranquilo ahora porque trasladaron a las personas que estaban durmiendo en la calle frente al hotel Milenium", comentó.
Según puntualizó, esas personas retiradas de la calle están ahora en una especie de búnker o nave de la policía de frontera, situada muy cerca de la garita de inmigración.
Allí hay alrededor de 300 personas pero las condiciones sanitarias y de vida en general no son buenas, expuso Fernández a través del teléfono.
La tarde de este miércoles, Martí Noticias obtuvo información a través de las redes sociales sobre una protesta en esa nave que terminó con cinco detenidos.
En sentido general, la gente tiene puestas sus expectativas en una reunión de cancilleres de la región que tendrá lugar la semana entrante y que fue convocada por el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.
Según el cálculo del pastor, que dice ser miembro en Cuba de las Asambleas de Dios, cuando cerraron la operación de salida aérea directamente hacia México, en las primeras semanas de este mes, quedaron 286 cubanos excedentes porque no estaban censados, él entre ellos.
No aparecían en ningún registro y ese fue el motivo de las protestas que realizaron.
Panamá concluyó el traslado por vía aérea de unos 1.300 cubanos a la frontera México-EEUU, en un plan acordado con el Gobierno mexicano que se suponía fuera único. Pero cientos de migrantes que viajaron de la isla a Ecuador continúan llegando al istmo tras atravesar Colombia.