Cuestiona hermana de Alan Gross viajes de pueblo a pueblo a Cuba

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Huellas que no se borran: Alan Gross antes de su arresto y después de cuatro años preso en Cuba

Bonnie Rubinstein advierte en carta a un diario de Texas que aunque los cubanos son gente maravillosa, por muchas razones uno puede terminar en la cárcel en la isla.
Bonnie Rubinstein, hermana de Alan Gross, el subcontratista estadounidense preso en Cuba, salió al paso de un reportaje sobre los viajes de pueblo a pueblo a la isla publicado por el diario Dallas Morning News.

La pieza titulada Havana great time: Yes, you can go to Cuba insta a aprovechar esa alternativa abierta para los estadounidenses por el gobierno del presidente Barack Obama.

Rubinstein, quien reside en Plano, ciudad situada en el área metropolitana Dallas-Fort Worth del noreste de Texas, califica de “ligero e insustancial” en su carta al editor del periódico el reportaje de Joy Tipping sobre su viaje a Cuba con un coro metodista.

“MI hermano Alan Gross también viajó a Cuba en cuatro ocasiones en nombre de nuestro gobierno para llevar teléfonos móviles y computadoras a la pequeña comunidad judía. Durante su quinto viaje en diciembre de 2009, fue arrestado y ahora languidece en una celda cubana”, afirma Rubinstein.

Bonnie Rubinstein, hermana de Gross, protesta ante la Sección de Intereses de Cuba en Washington.


La familiar de Gross asegura que su hermano estaría de acuerdo en que los cubanos son gente cálida y maravillosa; en que la música es excelente, y el arte, colorido y jubiloso.

“Pero cuidado: si usted conduce en Cuba y tiene un accidente es muy probable que le echen en la cárcel: si expresa sus ideas políticas, le echarán en la cárcel. Y si es cubano e intenta irse a los Estados Unidos, es bastante seguro que le echen en la cárcel”.

“¿Le gustaría a usted visitar y apoyar un lugar como éste?”, termina preguntando Bonnie Rubinstein.

La hermana de Gross permanece activa en las protestas en favor de su liberación, y ha participado, durante sus viajes a Washington D.C. para visitar a su cuñada y sobrinas, en las vigilias organizadas cada semana frente a la Sección de Intereses de Cuba por el capitalino Consejo de Relaciones de la Comunidad Judía.