Tímido y humilde, Carlos Emilio tocó definitivamente nuestras vidas

Carlos Emilio con Irakere, 2do. de abajo arriba a la derecha, detrás del baterista Enrique Plá.

Aprendió la guitarra oyendo a los Panchos. Luego descubrió el jazz, revolucionó el bajo eléctrico y acabó influyendo en varias generaciones de músicos cubanos.

Con profundo dolor me llega hoy la noticia del fallecimiento de Carlos Emilio Morales, uno de mis amigos más queridos e influyentes en mi carrera musical. "El gordo Carlos Emilio" (que cuando yo lo conocí a principio de los 60 no era gordo), fue uno de los miembros más prominentes de la rica tradición guitarrística cubana, altamente respetado y admirado por sus colegas jazzistas, típicos y clásicos por igual.

Nacido el 6 de noviembre de 1939 en Marianao, La Habana. Sin tradición musical en la familia, su padre fue dentista y él asistió a la escuela de Medicina de la Universidad de La Habana y trabajó como viajante de productos médicos por varios años.

Pero más temprano que tarde encontró su verdadera vocación escuchando y aprendiendo a tocar la guitarra él solo, con discos de tríos latinoamericanos como Los Panchos, Los tres caballeros, etc.

Carlos Emilio en la Casa del Jazz.

Cuando descubrió la música jazz, se convirtió en un ávido coleccionista de discos y, gracias a él, muchos de nosotros pudimos conocer el trabajo de artistas tan disímiles como Chico Hamilton, Buddy Collette, Barney Kessell, Lee Konitz, Leny Tristano, Wes Montgomery, Tal Farlow, Ray Brown, Charles Mingus, Oscar Peterson, Horace Silver y Ornette Coleman.

En un tiempo tomó clases de guitarra clásica, se convirtió en un buen lector a primera vista, y cuando estuvo bien preparado, ingresó en la orquesta del Teatro Musical de La Habana, cuyo director musical era el prestigioso compositor y guitarrista clásico Leo Brouwer, quien era también otro fanático del "cura", que es como lo llamábamos afectuosamente.

El percusionista Changuito, la vibrafonista Tamara Castañeda y el guitarrista Carlos Emilio (i-d). Foto: D'Rivera.

Carlos fue, además, el primero en sugerir a los bajistas de nuestro país las ventajas de aplicar técnicas guitarrísticas al fenderbass, en vez de tratar de tocar el instrumento como un contrabajo. Carlitos Puerto aprendió este concepto directamente del gordo y luego desarrolló toda una nueva escuela "bajoeléctrica" alrededor de este concepto en la Isla.

Su estilo único de tocar ha influido no solo a los guitarristas, sino a muchos otros instrumentistas de varias generaciones de músicos cubanos; y es sorprendente cómo un hombre tan tímido y humilde pudo tocar tan definitivamente las vidas de todos nosotros.

Que en paz descanse nuestro inolvidable Carlos Emilio, quien vivirá por siempre en los corazones de quienes tuvimos la dicha de disfrutar de su arte y tierna amistad.

Escuche una descarga de Carlos Emilio Morales en la guitarra (a partir del minuto y 12 segundos) en el tema "Pa' Gozar", del disco de Bebo Valdés Bebo Rides Again, seguida por otra de Paquito D'Rivera en el clarinete.