¿Cuándo estará lista para uso masivo la primera vacuna contra COVID-19?

Un técnico de laboratorio muestra el sábado en el Centro Nacional de Investigaciones con Primates de Tailandia las dosis de una vacuna para prevenir el COVID-19 listaS para inoculárselas a monos (Mladen Antonov/AFP).

Aunque muchos científicos y autoridades sanitarias aseguran que por lo menos hasta bien entrado el año 2021 no habrá una vacuna disponible para combatir globalmente el COVID-19, varios laboratorios están intentando producir masivamente una antes de que termine 2020, y algunos incluso quieren tenerla lista en septiembre u octubre de este año.

Hasta el momento, la Universidad de Oxford, en Gran Bretaña, dice confiar en que su vacuna pueda estar lista para uso masivo en septiembre. “Personalmente tengo un alto grado de confianza en esta vacuna, porque se hizo con tecnología que he usado antes”, le dijo a CBS News Sarah Gilbert, profesora de Vacunología de Oxford.

De acuerdo con la agencia Reuters, la vacuna, conocida anteriormente como ChAdOx1 nCoV-19 y ahora como AZD1222, fue desarrollada por la Universidad y la farmacéutica británica AstraZeneca, que tiene licencia para acelerar la investigación de las pruebas clínicas.

Pascal Soriot, presidente de AstraZeneca, le dijo el sábado al periodista de CBS News Charlie D’Agata que están haciendo pruebas con más de mil personas en Gran Bretaña y que la única forma de tener la vacuna lista en septiembre u octubre sería empezar a producirla ahora mismo, mientras avanza el programa de pruebas clínicas.

Pascal Soriot, presidente de la farmacéutica británica AstraZeneca (Ben Stansall/AFP).

“Si las pruebas no dan buenos resultados se perdería esa producción, obviamente, pero si funciona, estaría lista para usarla de inmediato”, declaró Soriot.

Más de mil voluntarios de entre 18 y 55 años han recibido la inyección en un ensayo que comenzó el 23 de abril. La segunda y la tercera fase de las pruebas incluirán a personas de 56 años o más y a niños de cinco a 12 años, según la Universidad. Sin embargo, un examen de la eficacia de la vacuna podría demorar entre dos y seis meses.

A los voluntarios sanos se les inyecta de manera aleatoria la AZD1222 o una vacuna ya aprobada contra la meningitis. No se les dice cuál de las dos les administraron para no predisponerlos.

El apremio del presidente Donald Trump hizo que el Departamento de Salud aportara 1,200 millones de dólares para acelerar el proyecto de AstraZeneca y asegurarle 300 millones de dosis a Estados Unidos, informa Reuters.

Aun así, el secretario de Salud, Alex Azar, no habla del 2020 en el plan de inmunización masiva con la vacuna británica. “Este contrato con AstraZeneca es un hito en el trabajo de la operación [del programa] A la Velocidad de la Luz para una vacuna efectiva, segura y que estará ampliamente disponible en el 2021”, dijo Azar, citado por Reuters.

La firma estadounidense que ha estado a la delantera en las pruebas, los laboratorios Moderna, de Massachussets, no están aportando los datos necesarios para que el resto de los investigadores sientan que, efectivamente, hay una vacuna local al doblar de la esquina, de acuerdo con la revista especializada Stat.

La sede de los laboratorios Moderna en Cambridge, Massachusetts, en una foto tomada el 18 de este mes (Joseph Prezioso/AFP).

Hace poco menos de dos meses, la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburg anunció que había probado con éxito en ratones una vacuna no inyectable. Se aplica en la piel, con un parche cuyos pequeños filamentos traspasan la llamada spike protein (proteína de espiga) al torrente sanguíneo de la persona para inducir una reacción inmunológica al virus.

Los creadores de esa vacuna creen que sería muy efectiva porque la reacción inmunitaria en la piel es más fuerte que en el resto del organismo.

Por otra parte, los científicos advierten que una vacuna contra el nuevo coronavirus no sería necesariamente diferente a la que hoy se aplica contra la influenza. Es decir: que evitaría complicaciones letales de la enfermedad, pero no inmunizaría completamente a quienes la usen.

Eso fue lo que varios expertos le dijeron a Stat: que no funcionaría como las acostumbradas vacunas contra el sarampión o contra la papera, sino más bien como las que se usan contra el llamado “flu”.

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“Con algo de suerte y mucho de ciencia, el mundo podría disponer en un futuro no muy distante de vacunas contra el COVID-19”, dice Stat. “Pero esas vacunas no van a prevenir necesariamente todas las infecciones”.

El 15 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enumeró ocho vacunas candidatas a ser probadas en seres humanos. Además de Moderna Inc. mencionó a las compañías Inovio; Pfizer en asociación con BioNTech, y las chinas CanSino y Sinovac.

El investigador estadounidense William Haseltine, conocido por sus estudios sobre cáncer, VIH/SIDA y el genoma humano, aseguró que el mejor enfoque ahora es controlar la enfermedad a través del rastreo cuidadoso de infecciones y medidas estrictas de aislamiento cada vez que comienza a propagarse.

De momento, Haseltine prefiere no cifrar las esperanzas en la aparición inmediata de una vacuna contra la pandemia. Las vacunas para otros tipos de coronavirus no lograron proteger las membranas mucosas de la nariz, donde el virus generalmente ingresa al cuerpo, explicó.

LAS 10 PRIMERAS

Según la revista especializada Stat, las vacunas más avanzadas en este momento son las siguientes:

LABORATORIOS MODERNA, MASSACHUSSETS, EEUU—Se llama mRNA-1273, y sintetiza una proteína que se encuentra en la superficie del nuevo coronavirus. Al obligar a las células a producir esa proteína, la vacuna estimularía una respuesta inmunológica que protegería al individuo contra la infección. Moderna estableció un récord en la industria farmacéutica con mRNA-1273 al identificar a un candidato a la vacuna apenas 42 días después de que se secuenciara genéticamente el nuevo coronavirus. Hace una semana, Moderna reveló los resultados de su Fase 1, con ocho pacientes que desarrollaron anticuerpos a la enfermedad.

CANSINO BIOLOGICS, CHINA—Tiene su sede en la ciudad de Tianjin. Está usando la misma tecnología que produjo una vacuna contra el virus del Ébola: mezclar un fragmento del código genético del coronavirus con un virus inofensivo. Los voluntarios sanos quedan expuestos a la nueva infección, que estimula la producción de anticuerpos.

INOVIO PHARMACEUTICALS, PENSILVANIA, EEUU--Lleva cuatro décadas intentando convertir el ADN en medicamentos, y cree que su tecnología podría generar rápidamente una vacuna para el nuevo coronavirus, reporta Stat. Inovio ha creado una vacuna de ADN que, según ellos, sería capaz de generar anticuerpos protectores y evitar que las personas se contagien. Se han asociado con el fabricante chino Beijing Advaccine Biotechnology para producir la vacuna.

La sede de la farmacéutica británica AstraZeneca en Macclesfield, en el noroeste de Inglaterra, en una foto tomada en 2014 (Andrew Yates/AFP).

UNIVERSIDAD DE OXFORD, GRAN BRETAÑA—Es el proyecto antes explicado, en el que Oxford trabaja en coordinación con la farmacéutica AstraZeneca. En este caso se sirven de un virus inofensivo diseñado para contener la secuencia genética que codifica una proteína en la superficie del nuevo coronavirus.

SINOVAC, CHINA—Se sirve de una versión desactivada del nuevo coronavirus. La compañía usó la misma tecnología al producir vacunas para la hepatitis A y B, las gripes porcina y aviar, y un virus que afecta manos, pies y boca.

BIONTECH, ALEMANIA—Trabaja en varias versiones del mismo procedimiento que usa Moderna en EEUU (generar anticuerpos a partir de mRNA), y se propone desarrollarlos paralelamente, informa la revista especializada. Las farmacéuticas Pfizer y Fosun Pharma, de Shanghai, China, se han asociado a BioNTech dispuestas a producir vacunas para el resto del mundo.

JOHNSON & JOHNSON, EEUU—También emplea tecnología usada contra el ébola y el zika para enfrentar el nuevo coronavirus con una vacuna. Aprovecha los genes del SARS-CoV-2 que generan una reacción inmunitaria, se los injertan a un virus inofensivo y la inyección al individuo genera respuesta inmunológica sin causar la enfermedad.

ARCTURUS THERAPEUTICS, SAN DIEGO, CALIFORNIA—Manipulan un virus de ácido ribonucleico (ARN) que genera defensas contra el SARS-CoV-2. De acuerdo con ellos, bajas dosis de esta vacuna --desarrollada en asociación con la Universidad de Duke—prometen una respuesta más demoledora del sistema inmunológico.

CLOVER BIOPHARMACEUTICALS, CHINA—Su sede está en la ciudad de Chengdu. Se sirve de una proteína presente en la superficie del nuevo coronavirus y trabaja con la gigante británica GlaxoSmithKline para lograr que las vacunas sean potentes.

CUREVAC, ALEMANIA—Utiliza ácido ribonucleico artificial para estimular la producción de proteínas y anticuerpos protectores. Igual que Moderna, recibió una subvención para acelerar el proceso de alistamiento de la vacuna, dice Stat.