Céspedes no jugará en Cuba; Alexei Ramírez, sí

El cubano Yoenis Céspedes de los Mets de Nueva York tras poncharse en un juego ante los Bravos de Atlanta, el sábado 25 de julio de 2020. (AP Foto/Adam Hunger)

Donde dije digo, digo Diego. Luego de que se anunciara con bombo y platillo el regreso de Yoenis Céspedes a la pelota cubana, el expelotero de Grandes Ligas apodado “La Potencia” ahora dice que de eso nada, monada.

Fuentes cercanas a Céspedes aseguran que el ex jugador de los Atléticos de Oakland y Los Mets de Nueva York nunca se comprometió a participar en la Serie Nacional con el equipo Granma y que su nombre fue incluido en la preselección sin su consentimiento.

La noticia ha generado opiniones encontradas, pues es difícil de creer que el pelotero de 38 años, quien no juega en Grandes Ligas desde 2020, no estuviera al tanto de su posible inclusión en la nómina de los Alazanes.

Por otro lado, fanáticos de esa provincia aseguran estar decepcionados, aunque no sorprendidos, pues ya antes Céspedes dejó colgados a los Mets en la temporada de la pandemia y al Team Asere en el pasado Clásico Mundial de Béisbol.

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El que sí parece que regresará a la Serie Nacional es el pinareño Alexei Ramírez.

“El Pirineo”, ya con 42 años en las costillas, jugó por última vez en Cuba en el 2007, antes de pasar las siguientes nueve temporadas en las Ligas Mayores.

Aunque salió de manera legal, casado con una ciudadana dominicana, el régimen le impidió regresar a Cuba por ocho años, y su nombre fue borrado de cualquier mención en los medios oficialistas.

Alexei Ramírez, de los Padres de San Diego, celebra después de su jonrón ante el lanzador abridor de los Rays de Tampa Bay, Drew Smyly, el lunes 15 de agosto de 2016, en San Petersburgo, Florida (AP Photo/Chris O'Meara).

Sólo en 2015, logró volver, ya no en plano familiar, sino como parte de la comitiva de MLB, que estuvo en la isla para promover el fracasado acuerdo con la Federación Cubana de Béisbol (FCB).

En aquel grupo, además, estaban José Abreu, Brayan Peña, Yasiel Puig, Miguel Cabrera, Nelson Cruz, Clayton Kershaw y Jon Jay.

En los últimos tiempos, se ha vuelto cada vez más común el regreso de peloteros que al momento de su partida fueron considerados traidores por las autoridades deportivas cubanas.

Erisbel Arruebarruena, Yasmani Tomás, Rusney Castillo, todos ex jugadores de MLB, son otros que han vuelto a la pelota cubana a jugar prácticamente de manera gratuita, luego de ganar millones en el mejor béisbol del mundo y de haber conocido la vida en libertad.

¿Por qué regresan entonces, si eso ni siquiera les produce beneficios económicos? ¿Por ego? ¿Por necesidad de aplausos, luego de que muchos se fueran de MLB por la puerta de atrás?

Que Cuba los acepte de vuelta, después de haber denigrado a muchos de ellos, tiene una razón muy simple. Aún cuando hayan visto pasar sus mejores momentos y ronden los 40 años de edad, son cualitativamente superiores a la mayoría de los peloteros que quedan para jugar en las deprimidas Series Nacionales, y las autoridades prefieren apostar a los nombres, por encima de los hombres.