Céspedes, otro gran pelotero cubano que se refugia en el golf

Yoenis Céspedes.

"Con el golf tuve que mantener las manos adentro y seguir mirando la pelota para poder golpearla bien... creo que eso me ayudó", explicó el patrullero del jardín izquierdo de los Mets de Nueva York.

Después de veinte juegos con una bajísima producción de .195 de promedio, Yoenis Céespedes, el bombardero cubano de los Mets de Nueva York, vio como se soltaron las alarmas y está pensando seriamente en volver a sus prácticas de golf, así lo dijo el fin de semana ante la prensa al terminar el juego de viernes en Atlanta.

La razón ante el bajón en la cantidad de batazos que se espera del muchacho de Campechuela la achacó a que se ha retirado bastante de los verdes campos de golf.

Yoenis Céspedes practica golf junto a un grupo de niños.

“En temporadas anteriores una de las cosas que hacía cuando no me iba bien era jugar al golf", dijo Céspedes citado por varios medios de prensa al terminar un juego en la 12ava entrada en la que impulsó la carrera de la victoria ante los Bravos de Atlanta.

"Este año no estoy jugando al golf", sentenció el cubano luego de analizar los cuatro ponches que se tomó en el juego y abanicó su bate sin ningún fruto hasta el último episodio.

Las miras del cubano el volver al golf, según explicó en la conferencia de prensa, es por la manera en que el béisbol y aquel deporte se asemejan.

"Con el golf tuve que mantener las manos adentro y seguir mirando la pelota para poder golpearla bien... creo que eso me ayudó", explicó el patrullero del jardín izquierdo de los Mets.

Los númerros de Céspedes no pueden acercarse más al mínimo: en los últimos 30 juegos ha conectado solo 16 hits, 4 vuelacercas y se ha ponchado en 37 oportunidades.

Céspedes, 32 años, escapó de Cuba en 2011, firmó su primer contrato de Grandes Ligas en 2012 con los Oakland de California, luego jugó con los Medias Rojas de Boston, los Tigres de detroit y finalmente con los Mets, con quien alcanzó un acuerdo de 110 millones de dólares.

En 2015, cuando La Potencia terminó con los Tigres de Detroit, se dedicaba a mirar solo unos videos del lanzador que enfrentaría en el cajón de bateo, sin embargo ahora -dijo- ha pedido además "un montón de clips"del swuing de aquella temporada en que conectó 35 jonrones.

Además del golf, el otro pasatiempo de Céspedes es el trabajo como granjero en una enorme finca que tiene en Vero Beach, Florida.

En busca del "otro" swing

Un antecedente directo con Céspedes son los hermanos Orlando "El Duque" Hernández y Liván Hernández, dos cubanos que luego de brillar en los diamantes y llevarse varios anillos de Grandes Ligas se han dedicado a jugar y a promocionar el deporte de los bastones y los hoyos, pero con fines benéficos.

"El Duque" Hernández es adorado y esperado en Cuba por sus fanáticos.

Desde 2013 ambos hermanos promueven el evento Con el golf en la sangre, con la intención de recaudar fondos para el Sandra DeLucca Developmental Center, una entidad que presta atención a los niños con leucemia y otros tipos de cáncer, así como The First Tee of Miami,​ que enseña a jugar golf a niños pobres de Ciudad de Miami​.

Pero más allá de las intenciones filantrópicas los hermanos Hernández tienen un lugar reconocido en el ranking del golf, viniendo de otros deportes.

"En el 2012 el Duque terminó en el lugar 25 de los 175 primeros golfistas amateurs de Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, y Liván está considerado, según la revista Golf Digest, como el deportista activo de otro deporte que mejor juega golf", apuntó el periodista Eric Reynoso hace exactamente dos años en el portal Café Fuerte.

En 2016 los dos estelares exserpentineros regresaron a Cuba para hacer realidad la tercera edición de "Con el golf en la sangre".

Por entonces hacía 19 años que El Duque no regresaba a la isla luego de su espectacular escapada en 1996. Con un expediente de cuatro anillos en Series Mundiales y el pedigrí de haber entrado a la Gran Carpa por la puerta grande los Yankees de Nueva York, el Duque volvió a la fanaticada que lo aplaudió en el incio de su carrera.

Un puente en dos direcciones

Muchos jugadores de Grandes Ligas han tomado el golf como un segundo deporte o ejercicio complementario para mejor su rendimiento en el plato, a donde la pelota llega hoy con más velocidad y las herramientas de pitcheo le complican más la vida a los bateadores.

Brian Dozier, actual segunda base de los Mellizos de Minnesota, asegura que ha alcanzado mejor rendimiento desde que se ha metido más tiempo en los campos de golf.

En el día de hoy el extoletero de los Yankees, Mark Texeira, aprovecha sus días de retiro metido entre hoyos y bastones.

Según reporta el sitio MLB Bobby Cox, que en la década de 1990-2000 fue mánager de los Bravos de Atlanta, permitía que los lanzadores Greg Maddux, John Smolt y Tom Glavine practicaran el golf durante su temporada, aunque eran abridores -aclaró- y no jugadores con la frecuencia diaria en que Céspedes se para a batear.

[Con información de The New York Times, MLB, y Café Fuerte]