Madre cubana padece encarcelamiento de sus hijos

Julia Estrella Aramburu madre de Harold Alcalá Aramburo y tía de Maikel Delgado.

Los ha visto esposados y hasta custodiados por perros en cada visita que ha podido hacer al Combinado del Este.
La Dama de Blanco Julia Estrella Aramburu recuerda este día de las madres que cuatro jóvenes entre ellos su hijo y su sobrino llevan 11 años en cautiverio en cárceles de Cuba luego de haber sido sometidos a un juicio sumario en 2003 cuando un grupo de cubanos secuestraron una lancha en Regla con la intención de irse hacia los Estados Unidos de América.

Aramburu recuerda que durante el secuestro de la lancha no hubo muertos sin embargo tres de los implicados fueron sometidos a un juicio sumario y fusilados en solo 72 horas, mientras que su hijo Harold Alcalá Aramburu, su sobrino Maikel Delgado Aramburu, así como Ramón Henry Grillo y Yoanny Thomas González fueron condenados a permanecer por el resto de sus vidas confinados.

En el momento de su prisión tenían 22, 23, 31 y 40 años de edad respectivamente. Solo buscaban la libertad de la que carecemos los cubanos, por estar forzados a vivir en una sociedad a la que se le imponen los pensamientos e ideologías castro-comunista, dice una nota publicada por Aramburu en la Red Cubana de la cual es activa colaboradora.

Ellos permanecen en el área especial 47, más conocido como “El Corredor de la Muerte”, de la prisión de mayor rigor “Combinado del Este”, en la que han contraído numerosas enfermedades y disímiles padecimientos.

En el momento de la visita, y cada vez que los van a trasladar para cualquier otro lugar, son custodiados y asechados por perros de la raza “pastor alemán”, además de estar con las manos encadenadas a la cintura.

“Los familiares de los cuatro encarcelados insistimos cada día en pedir la libertad de ellos. Hemos enviado cartas a diferentes órganos del Estado cubano pero no hemos recibido una señal de que serán puestos en libertad”.

Para ellos no hay Día de las Madres; Maikel es el que más ha sufrido, perdió a su mamá hace 8 años. Sin embargo las madres de aquellos tres fusilados de su causa, todavía siguen llorando la pérdida de sus hijos, recuerda Aramburu.

También están las madres de otros que han caído en el camino como la de Orlando Zapata Tamayo, que murió en la prisión tras de haber realizado una huelga de hambre, esas madres nunca más conocerán lo que es ese día, fue arrancado del almanaque de sus corazones.