El gobierno del presidente Daniel Ortega, en Nicaragua, se sumó este domingo a las felicitaciones por la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, un político de ideología izquierdista que venció a Jair Bolsonaro en unos reñidos comicios.
“Querido Lula, con gran alegría celebramos su merecida victoria, rogando a Dios les de salud, fortaleza y mucho cariño para construir juntos y animados el futuro de su gran país”, fue parte del mensaje oficial firmado por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
La afinidad ideológica de Ortega y Lula ha generado diversas posturas desde la oposición nicaragüense. Algunos consideran que podría haber un “alineamiento” de Lula a Ortega, quien es señalado de violaciones a los derechos humanos y de fraudes electorales continuos que lo han mantenido en el poder durante 15 años consecutivos.
Lee también "Sigan poniendo sanciones e irán más inmigrantes", dice Ortega a EEUU“El triunfo de Lula sobre Bolsonaro en Brasil fortalece retorno de una izquierda con malas credenciales económicas y pésimas actuaciones políticas. Es una izquierda que calla ante crímenes de Ortega en Nicaragua y que se derrite ante dictaduras de Cuba y Venezuela”, señaló al respecto el exembajador de Managua en la OEA, Arturo McFields.
Otro bloque considera que Lula podría tomar distancia de Ortega, al igual que lo han hecho otros líderes de izquierda, como el presidente chileno Gabriel Boric, o bien abogar como los presos políticos en Nicaragua, como el gobierno de Colombia liderado por Gustavo Petro.
Lee también Nicaragua, Venezuela y Cuba, países con menos libertad de prensa según la SIP“Esperamos del ganador, su posición con relación a Nicaragua se mantenga en crítica y en exigencia a la liberación de presos políticos. No consideramos que Lula y su posición sea diferente, hemos visto gobiernos de tendencias como él y son críticos a Ortega”, dice a la Voz de América la activista opositora Ana Quiros, de la Unidad Nacional Azul y Blanco.
Nicaragua vive una crisis política desde el año 2018, tras unas protestas surgidas contra el presidente Daniel Ortega, quien es señalado de haber reprimido las manifestaciones dejando más de 300 muertos.
De igual forma Ortega ha sido señalado de encarcelar a sus críticos, dentro de ellos siete aspirantes a la presidencia que aún siguen detenidos purgando condenas por diversos delitos como "traición a la patria".